lunes, septiembre 23, 2024
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Un año planeando la matanza

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Ali David Sonboly, el joven de 18 años con doble nacionalidad alemana-iraní que el vienes asesinó a nueve personas en un centro comercial de Múnich y después se quitó la vida, llevaba planeando desde del verano pasado el ataque. De esta forma, la hipótesis de la locura transitoria queda totalmente descarta por la investigación, al igual que los posibles lazos con el terrorismo yihadista.

La Fiscalía ha confirmado que Ali David visitó hace un año el escenario de otra masacre escolar en Alemania, en la que un adolescente de 17 años mató a 14 jóvenes en el colegio donde había estudiado, en la ciudad de Winnenden. La Oficina de Investigación Criminal de Baviera también está analizando un «manifiesto» que el joven dejó escrito sobre el ataque.

Por otra parte, el fiscal Thomas Steinkraus-Koch ha confirmado lo que la línea de invetigación ya había sospechando: Ali David estaba bajo tratamiento psiquiátrico por ansiedad y depresión. Según la Fiscalía, el joven había estado ingresado en el hospital durante dos meses por sus «fobias sociales»: padecía ansiedad al estar en contacto con otras personas. La policía ha hallado también medicamentos durante el registro de su vivienda, aunque desconoce si en los días previos a la matanza los estaba tomando.

Poco antes de que se suicidara tras cometer el ataque, Ali David gritó que había recibido tratamiento psiquiátrico y sufrido bullyng. La Fiscalía ha informado de que en 2012 fue víctima de un episodio de acoso escolar, aunque ha rechazado relacionar este capítulo con el ataque y ha subrayado que los compañeros implicados entonces no están entre las víctimas. Sus vecinos y compañeros de clase le describen como un joven solitario e introvertido.

Fascinación por los asesinos en masa

Ali David estaba obsesionado con otras matanzas colectivas y con los asesinos en masa. En los registros realizados en su domicilio, la policía encontró recortes de prensa sobre acciones policiales llevadas a cabo tras ataques y el libro 'Amok, por qué matan los estudiantes', sobre el síndrome que provoca ataques de ira descontrolados y asesinatos por parte de adolescentes.

La policía cree que el joven actuó influenciado por la matanza del noruego Anders Breivik en Oslo y en la isla de Utøya, que le costó la vida a 77 personas, que precisamente este viernes cumplía cinco años. Además, la pistola que Ali David compró en internet, una Glock 17 de 9 milímetros, es la misma que Breivik empleó en aquel ataque, aunque por otra parte es un arma muy habitual entre las fuerzas de seguridad de todo el mundo.

El joven atrajo a sus víctimas al lugar del atentado, a la salida de un McDonald’s cercano al centro comercial Olympia, a través de un perfil falso en Facebook. «Venid a las 16.00 horas al centro comercial. Os invito a algo, pero no demasiado caro», escribió, bajo el perfil de Selina Akim». Sin embargo, la fiscalía ha desmentido que tras el ataque hubiera «motivaciones políticas» ni que eligiera a sus víctimas por su nacionalidad u otro motivo, tal y como habían publicado en las últimas horas algunos medios alemanes. La mayoría de las víctimas del tiroteo eran jóvenes con edades comprendidas entre los 14 y los 21 años y de origen extrajero, entre ellos turcos, griegos y kosovares.

Alemania se cuestiona su legislación sobre armas

¿Cómo pudo acceder un joven de 18 años con problemas psíquicos a una pistola?, ¿cómo aprendió a utilizarla?, ¿de dónde sacó el dinero para comprarla? Aún son muchas las preguntas sin respuesta que la policía alemana trata de esclarecer, mientras el Gobierno de Angela Merkel sopesa endurecer la legislación sobre el control de armas en un país donde hay entre 20 y 30 millones de armas ilegales.

El debate sobre las armas se ha instalado en Alemania tras el ataque perpetrado por Ali David y desde el Ejecutivo ya se plantean endurecer las leyes. Sólo en 2015 se produjeron en el país germano 57 homicidios con arman de fuergo, 15 más que el año anterior, según el portal GunPolicy.org. El número de armas legales en circulación se sitúa en torno a los 5,5 millones de personas, pertenecientes a 1,4 millones de alemanes, según el Registro de Armas de Fuego. Sin embargo, la cifra de armas ilegales se eleva hasta los 20 o 30 millones, más del triple de las adquiridas legalmente.

Una de las grandes incógnitas sobre el ataque de Múnich gira en torno a la compra del arma. Por el momento, sólo se sabe que Ali David compró el arma por internet ilegalmente. De manera legal nunca la hubiera podido obtener debido a sus transtornos mentales, ya que en Alemania los menores de 25 años están obligados a someterse a un examen psiquiátrico. Las autoridades alemanas también prohíben la tenencia de armas a drogadictos y alcohólicos.

Samuel Jiménez

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