Al menos 63 personas han muerto y otras 101 han resultado heridas este lunes en un ataque suicida en un hospital de la ciudad de Quetta, en el oeste de Pakistán. Las principales víctimas son abogados y periodistas que se encontraban en el lugar del suceso tras el tiroteo que había sufrido el presidente de la Asociación de Abogados de Baluchistán, Bilal Anwar Kasi. Por el momento ningún grupo insurgente ha reivindicado la autoría del ataque.
Según las autoridades pakistaníes se trata de un ataque «planeado» debido a que el suicida detonó ocho kilos de explosivos que llevaba en la puerta del hospital cuando los abogados y periodistas estaban entrando.
Durante los últimos meses, los abogados han sido víctimas de ataques en Baluchistán, una provincia en la que operan grupos armados contrarios al Estado pakistaní, facciones talibanes y grupos yihadistas.
En junio fue tiroteado el director de la Universidad de Derecho, Amanullah Achakzai, y la semana pasada el abogado Jahanzeb Alvi fue también fue asesinado por atacantes sin identificar, ha recordado el Consejo.
Desde junio de 2014 el Ejército de Pakistán emprendió una operación antiterrorista en el noroeste del país, que por el momento ha dejado 3.400 insurgentes y 488 militares.
EFE