El incendio conocido como el ‘Blue Cut Fire’, localizado en el sur de California, ha arrasado ya más de 10.370 hectáreas. El fuego registrado el martes por la mañana en el Puerto del Cajón, al norte de San Bernardino, ha obligado a evacuar a más de 82.000 personas y a abandonar más de 34.500 viviendas. El gobernador del estado, Jerry Brown, declaró el martes el estado de emergencia.
Desde que el martes se declarase el incendio, el fuego se ha extendido con una vertiginosa velocidad debido al viento, al calor en la región y a las condiciones de sequía que sufre California desde hace años. Los bomberos solo han conseguido controlar un 4% del fuego, según ha explicado la portavoz del Servicio Forestal estadounidense.
El capitán de uno de los equipos de extinción, Mike Wakoski, declaró a los medios de comunicación que en sus 40 años como bombero, nunca había visto que un fuego se comportara de esta manera. A su vez, el responsable del condado de San Bernardino, Mark Hartwig, ha señalado que el fuego se está propagando “rápido” con una intensidad “nunca antes” vista.
Las autoridades han declarado que de las 34.500 viviendas desalojadas, la mayoría de ellas quedarán destrozadas y que habrá muchas familias que no encuentren nada cuando vuelvas a sus casas.
Aunque no se ha registrado ningún fallecido, las autoridades confirmaron que una vez extinguido el fuego, utilizarán perros para ayudar en la búsqueda de posibles víctimas mortales. Por otro lado, el martes desaparecieron seis bomberos aunque fueron encontrados a salvo en un refugio cercano. Dos de ellos resultaron heridos pero poco después volvieron a la zona afectada para extinguir el fuego.
Actualmente, más de 1.500 bomberos están tratando de reducir las llamas con lo todo lo que pueden, tanto desde el aire como desde el suelo. Se han empleado 178 camiones de bomberos, 10 aviones cisterna, 26 equipos de bomberos y 17 helicópteros.
Andrea Morea