Dilma Rousseff no ha superado la votación en el Senado brasileño -61 votos a 20- y queda apartada definitivamente de la presidencia del país. La votación formaba parte de un largo proceso de impeachment que comenzó el dos de diciembre y que ha terminado con la votación de está tarde.
La expresidenta decidió aguantar todas y cada una de las fases del largo proceso pese a que se aventuraba que terminaría de está manera. Brasil culmina con este proceso el cambio de Gobierno más extraño y mediático de las últimas décadas. “Estamos a un paso de la concretización de un verdadero golpe de Estado”, señaló Rousseff el pasado lunes.
La ahora ya expresidenta deberá abandonar el Palacio de la Alvorada en un mes. Michel Temer que ocupaba el puesto de presidente interino asumirá por completo la presidencia está misma tarde. El antes vicepresidente y ahora enemigo de Rousseff estranará el cargo durante su visita a China para asistir a la cumbre del G-20 que se desarrollará en el gigante asiático.
P. Riaza