Corea del Norte vuelve a retar a la comunidad internacional con el lanzamiento de su quinta prueba atómica desde la llegada de Kim Jong-un al poder 2011. Se trata de la prueba más potente hasta la fecha, según militares surcoreanos. De hecho, ha provocado un terremoto de 5,3 grados en la región.
El lanzamiento de la bomba nuclear se produjo sobre las 9.30 hora surcoreana (1.30 de la madrugada en España) en la base de ensayos nucleares Punggye-ri, al noreste del país, desde donde se han realizado los anteriores ensayos nucleares. Poco después, los servicios sismológicos de Corea del Sur y otros países de la región comenzaron a registrar temblores artificiales.
El propio régimen confirmó horas después a través de un comunicado y de la televisión estatal que se había realizado el 'test' atómico, con un mensaje acompañado de imágenes de fuegos artificiales y con un sonriente Kim Jong-un, que prepara así las celebraciones del 68º aniversario de la fundación de Corea del Norte. En el mensaje televisivo, se felicita, además, a los científicos norcoreanos. «Nuestros científicos han llevado a cabo una explosión de prueba de una nueva cabeza nuclear en la base nuclear del norte del país. Nuestro partido envía un mensaje de felicitación a nuestros científicos nucleares», ha dicho la locutora de la televisión norcoreana.
Reacciones internacionales
Las reacciones internacionales al ensayo, que se produce días después de la reunión del G20 en China, no se han hecho esperar. Las más inmediatas han llegado desde los países vecinos. La presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, ha criticado duramente la nueva prueba de Pyongyang.
Por su parte, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha dicho que su país no tolerará ninguna prueba nuclear más y ha presentado una queja formal ante el sur.
La ONU, Estados Unidos, China, Francia y otros país también han mostrado su condena a la prueba y han pedido un aumento de sanciones por parte del Consejo de Seguridad de la ONU.
Paula Pérez Cava