El Gobierno británico no podrá activar la salida del Reino Unido de la Unión Europea y será el Parlamento el que diga la última palabra al respecto. El Tribunal Supremo británico ha establecido que los parlamentarios son los que tienen que decidir si el Reino Unido puede comenzar el proceso para salir de la Unión Europea.
A principios de este mes, la primera ministra británica, Theresa May, anunció que el gobierno activará en marzo de 2017 el artículo 50 del Tratado de Lisboa -que regula la salida de un estado miembro de la Unión Europea.
Además, May ha trabajado con la premisa de que el referéndum (en el que la opción de salir ganó con el 51.9% frente a 48.1%) y los poderes del Ejecutivo hacen que no sea necesario una votación parlamentaria.
Sin embargo, un grupo de opositores al Brexit acudió a la Justicia para consultar este extremo, con el argumento de que el plebiscito era solo consultivo y no vinculante. La Justicia les da ahora la razón, ya que considera que es el poder legislativo del Estado el que debe decidir sobre una decisión como esta. Aun así, se espera que el Gobierno recurra esta decisión del Supremo británico, tal y como ha asegurado el secretario de Comercio Internacional, Liam Fox.
Contrapeso en el Parlamento
El hecho de que deba ser el Parlamento deba decidir sobre el Brexit puede complicar los planes de Theresa May de comenzar el proceso a finales de marzo. Lo más posible es que se prorrogue el proceso, aunque los analistas no tienen claro si este movimiento podría frenar la salida, según recoge el diario británico ‘The Guardian’.
Los miembros del Parlamento están divididos entre la mejor opción política en esta cuestión y se encuentran presionados por sus compromisos con los votantes, por un lado, y con los resultados del plebiscito, por otro. Aun así, los movimientos de las últimas semanas no hacen descartar que se produzca una 'traición' a May de los parlamentarios conservadores, que tienen mayoría en el Parlamento.
Los gobiernos escocés y galés también se encuentran en espera de acontecimientos, y podrían sumarse a la oposición legal sobre los poderes ejecutivos de Theresa May a este respecto.
Revuelo en Reino Unido
La decisión ha provocado las reacciones de los ciudadanos y la clase política británica, tanto de los que se mostraron a favor de la salida del país del club europeo, como de los que no.
El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, ha urgido al Gobierno “llevar los términos de la negociación cuanto antes”. “Tiene que haber transparencia y responsabilidad para el Parlamento respecto a los términos del Brexit”, recoge la BBC.
Por su parte, el exlíder del euroescéptico partido UKIP, Nigel Farage, ha dicho que será una “traición” al 51,9% de votantes que apoyaron la salida del Reino Unido en el referéndum del pasado junio. Farage, que dimitió de su cargo pocos días después del plebiscito, vuelve ahora a alimentar la polémica que ha iniciado la decisión judicial.