Se trata de los restos de un caza ME 109 Messerschmidt encontrados en la localidad de Aabybro, al norte de la península de Jutlandia, zona en la que los alemanes tenían una base aérea durante la ocupación nazi de Dinamarca.
Antes del hallazgo, padre e hijo se disponían a investigar sobre el avión estrellado por un trabajo escolar de su hijo. «Cuando a mi hijo le encargaron hace poco hacer un trabajo sobre la II Guerra Mundial, le dije de broma que podía intentar encontrar el avión«, ha explicado el hombre cuyo padre le contó hace años, que un avión alemán había caído cerca de un antiguo pantano en una finca propiedad de la familia.
La zona ha quedado acordonada por la policía debido a la presencia de munición entre los restos, y a ella han acudido técnicos y artificieros.
El agricultor danés Klaus Kristiansen y su hijo, salieron a la búsqueda el fin de semana pasado con un detector de metales, con el cual encontraron fragmentos de un avión. Empezaron a excavar hasta que finalmente apareció un motor y huesos humanos, por lo que llamaron inmediatamente a las autoridades.
Las autoridades danesas han contactado con la embajada de Alemania para tratar de identificar los restos humanos.
Isabel Jaén Sánchez