Las elecciones Holandesas parecen haber corregido parcialmente los sondeos y mejoran los resultados esperados para el actual primer ministro de Holanda. Por el contrario, una alta participación parece haber detenido el ascenso del populista y xenófobo Wilders. El ascenso de otras fuerzas europeístas aleja cualquier perspectiva de debate sobre la salida de Holanda de la Unión Europea.
Con más del 90% de los votos escrutados, el partido de Rutte obtiene el 21% de los votos, por 13% para el partido de Wilders, 12,5% para los democristianos y 12% para los liberales de izquierdas de D66. Los socialistas radicales se quedan con el 9%, mismo resultado que los ecologistas de Groenlinks. El Partido del Trabajo, la socialdemocracia tradicional es el gran derrotado.
La agitada campaña ha movilizado a la gente. La participación subió ocho puntos (82%) respecto a las pasadas elecciones y Wilders tiene mucho que ver con eso.
Nunca la extrema derecha había experimentado un auge semejante desde la Segunda Guerra Mundial en países como Holanda, Francia y Alemania.
Las elecciones holandesas que se celebraban hoy deberían determinar el grado en el que el populista y xenófobo Geert Wilders y su Partido por la Libertad (PVV, en sus siglas en holandés) supondrá un giro o no en la política holandesa y europea . Wilders es más radical que Nigel Farage y Marine Le Pen juntos y es más insistente en su discurso antiinmigración que Donald Trump.
Ahora se inician conversaciones para la formación de gobierno que deberán incluir a tres o cuatro partidos. LAs instituciones europeas y Francia se han apresurado a felicitarse por el resultado electoral. Europa respira.
Domingo Labrador