Desde que el Tribunal Supremo de Justicia decidiera dejar sin competencias a la Asamblea Nacional, la protesta de la oposición a Nicolás Maduro se ha intensificado y ha desembocado en cargas policiales que han dejado varios muertos. En las últimas tres semanas habían dejado nueve muertos, el último la pasada noche, después de que una herida de bala acabara con la vida de un manifestante en el complejo de barriadas de Petare (Caracas).
La cifra se ha duplicado en las últimas horas, después de que un acto vandálico llevado a cabo en San Andrés de El Valle hay propiciado una descarga eléctrica. Varias personas entraron en un local conocido como La Mayer del Pan, y durante el asalto se desprendió un cable de alta tensión. Hasta ocho personas fallecieron, entre los cuales se encuentran varios menores de edad, según los primeros avances.
En esa misma zona, que ahora está acordonada por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas y la Policía Nacional, se produjeron otras dos muertes más por arma de fuego. Las víctimas han sido identificadas: Ramón Martínez, un hombre de 29 años que trataba de resguardar su negocio y Kevin León, con sólo un año más, que presentaba numerosas heridas de bala. El caos en Venezuela se intensifica, y se salda de la peor manera posible.
Los últimos hechos se han producido sólo un día después de que el presidente Nicolás Madura autorizara al ministro de Educación, a la canciller y al alcalde de Caracas a reactivar el diálogo “por la paz” en Venezuela.
A. Puente