Las autoridades portuguesas han informado a las españolas del material robado en un arsenal militar en el municipio luso de Tancos, en el centro de Portugal, entre el que se encuentran decenas de granadas, centenares de cartuchos de 9 milímetros y disparadores.
El robo se produjo el jueves después de que una patrulla militar descubriera que una parte de la verja estaba rota. Según han informado fuentes de la lucha antiterrorista, en la relación de lo robado hay 1.450 cartuchos, 168 granadas de mano de diferentes tipos, así como otras 44 granadas cohete anticarro. Las autoridades lusas también han informado a las españolas de que han sido robadas 22 bobinas de hilo usado para la activación por tracción de un disparador de descompresión, 24 de tracción lateral, 60 iniciadores, 264 velas PE4A y cargas de corte.
La principal tesis que se baraja es que un grupo terrorista estaría detrás. Por este motivo, el gobierno luso ha decidido alertar a Europa y a la OTAN ante la posibilidad de que las armas sean utilizadas en un posible atentado. España ha sido uno de los primeros países europeos que han sido alertados ya que la base militar portuguesa de Tancos se encuentra a tan solo 100 kilómetros de la frontera con el territorio español. Los ladrones solo sustrajeron armas activas por lo que la alarma es aún mayor.
En declaraciones al 'Diario de Noticias', el general portugués Raul Cunha afirmó que «la tesis del terrorismo es la más probable» a la vez que aseguró que el robo había sido realizado «por encargo» y «ejecutado por alguien que sabía exactamente donde estaban las armas activas».
El pasado jueves, el Ejército portugués admitió en un comunicado que el material había sido sustraído el día anterior de un depósito militar en el municipio de Tancos y que pese a contener armas de enorme capacidad destructiva, las instalaciones militares carecían de un sistema de videovigilancia.
AGENCIAS | ANDREA MOREA