Un submarino argentino que realizaba ejercicios de vigilancia a 2.500 kilómetros al sur de la ciudad de Buenos Aires desapareció el miércoles en agua argentinas. En su interior viajaban 44 marineros y tripulantes entre los que se encuentran la primera mujer oficial de submarinos de Sudamérica.
La Armada Argentina anunció el viernes que, finalmente, habían perdido la comunicación con el ARA San Juan. El último contacto con el submarino se produjo el pasado miércoles en la ciudad de Mar del Plata, cerca de la ciudad de Río Gallegos. El ARA San Juan se dirigía desde la base naval de Ushuaia, en el extremo sur del país a su base de pertenencia en Mar del Plata y «por un camino muy abierto». A pesar de todo, la institución naval se ha negado a hablar de emergencia ya que, en principio, solo se trata de una «fallo de comunicación».
«Continúa la búsqueda, esta vez en forma más ampliada. Puede que esté en superficie con o sin propulsión por lo tanto no hay problemas de oxígeno. Hay un temporal de viento a 90 kilómetros por hora y ráfagas con olas muy considerables», dijo en conferencia de prensa la Armada. «No se sabe si además se quedó sin propulsión. Si eso ocurrió podría estar a la deriva», añadió un capitán de la institución, Enrique Balbi.
Según Balbi, en caso de que el navío se encuentre a la deriva, los tripulantes tienen suficiente oxígeno, agua, comida y combustible para sobrevivir varios días. El submarino tiene una autonomía de 90 días aunque es necesario que salga a la superficie cada 48 horas para cargar sus baterías. «Si el submarino pasa más tiempo hundido, en unos días las situación puede ser crítica«, advirtió al canal de noticias TN el perito naval Fernando Morales.
En el interior del submarino se encontraba, Eliana María Krawczyk, la primera submarinista en obtener el cargo de oficial de la historia argentina quien formaba parte de la dotación de 44 marinos del ARA San Juan. Krawczyk, de 34 años, estudió Ingeniería Industrial en su Oberá natal. Sin embargo, en un momento decidió abandonar la carrera para entrar a la Armada. Había visto una propaganda en internet sobre la vida en los buques de guerra y se interesó. En 2003 rindió el ingreso a la Escuela Naval Militar y en 2004 ya estaba integrada en la que sería la promoción Nº 137.
A. M.