En una carta dirigida a la presidenta del Pen Internacional, Jennifer Clement, el premio nobel indica que su renuncia tiene que ver «con el comunicado lleno de mentiras y calumnias que acaban de difundir contra el régimen democrático de España en relación con el intento de golpe de Estado de los independentistas catalanes del 6 y 7 de septiembre y del 1 o de octubre de 2017».
«Es una vergüenza que una organización como el Pen Internacional, que tiene unas credenciales tan limpias en su lucha en defensa de los derechos humanos y la libertad de expresión, haga suyas las patrañas del centro catalán del Pen, un órgano militante del independentismo catalán», escribe Vargas Llosa.
El autor de «La fiesta del chivo» advierte de que el centro catalán del Pen ha llevado a cabo «una campaña internacional de desfiguración de la verdad (…) presentando a España como un país que atropella la libertad de expresión y encarcela a los escritores críticos y disidentes».
«Todo eso es de una falsedad esencial, obra de quienes, en su afán sedicioso de independizar Cataluña, no vacilan en mentir», subraya e insiste en que el independentismo catalán goza de todos los derechos democráticos para expresar sus puntos de vista.
«Quienes están presos o fugados y que van a ser juzgados por el Tribunal Supremo no lo están por lo que creen y defienden sino por haber sido parte activa de un intento de golpe de Estado, en contra de la Constitución y de las leyes que regulan la democracia española», prosigue.
Finalmente, vuelve a reprochar al Pen Internacional que apoye «a un movimiento racista y supremacista como es el movimiento independentista», lo que a su juicio constituye «una traición» a los estatutos del club, que ningún escritor democrático debería amparar.
El comunicado difundido ayer lo firman escritores como Erri De Luca, Colm Tóibín, José Eduardo Agualusa, Suso de Toro, Mary Ann Newman o Simona Skrabec y el PEN América, el de Argentina, País Vasco, Canadá, Croacia, Escocia, Eslovenia, Estonia, Honduras, México, Portugal, Quebec, Rusia, el Suizo francófono y el francés.
En él se denunciaban «las excesivas restricciones a la libertad de expresión a raíz de los desproporcionados cargos de sedición y rebelión contra los líderes de la sociedad civil catalana y escritores Jordi Cuixart y Jordi Sànchez», en prisión preventiva desde hace más de un año, y se pedía su puesta en libertad.
Redacción