El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo el domingo que en el pasado el Estado fue el principal violador de los derechos humanos del país, ya que atribuyó la violencia y las desapariciones a las políticas económicas “neoliberales” de sus antecesores.
Miles de personas están registradas como desaparecidas en México en medio de los enfrentamientos entre cárteles de las drogas y de estos con las fuerzas de seguridad, lo que ha dejado más de 200.000 muertes desde finales de 2006.
“Hubo un tiempo en que el principal violador de los derechos humanos era el Estado, era el violador por excelencia de los derechos humanos. Eso se terminó”, dijo López Obrador durante un acto en el que presentó sus planes para acabar con las desapariciones en México.
“Yo como presidente, y al mismo tiempo como comandante de las Fuerzas Armadas del país, nunca voy a dar la orden para que se masacre, para que se reprima al pueblo de México”, agregó el mandatario, quien asumió su cargo oficialmente el pasado diciembre.
Los homicidios se han mantenido cerca de niveles récord desde que el nuevo presidente del país tomó el poder.
El evento del domingo estableció planes para aumentar la coordinación entre las autoridades, los familiares y los servicios de emergencia bajo un “sistema de búsqueda nacional” diseñado para rastrear a los desaparecidos.
López Obrador insistió en que el gobierno no escatimará ningún gasto en sus esfuerzos por encontrar a los desaparecidos y poner nombres en unos 26.000 cuerpos no identificados que se encuentran actualmente almacenados.
Redacción