Se trata de un Consejo Europeo informal en el que por tanto no se toman decisiones, aunque sí habrá debate entre los Veintisiete -Reino Unido no acude al encuentro-, sobre el futuro de la Unión.
Además se espera que los mandatarios empiecen ya a debatir sobre el reparto institucional tras los comicios europeos del 26 de mayo.
Un reparto en el que el Gobierno de Pedro Sánchez quiere que quede mejor reflejado el peso de la socialdemocracia en Europa, según explican fuentes del Ejecutivo.
Sánchez, además, encara esta discusión en un momento de fortaleza tras su victoria en las elecciones generales.
La Agenda Estratégica para la UE 2019-2024 es el principal tema de discusión en esta cumbre a la que España contribuye con un documento sobre las prioridades que considera debe tener Europa en los próximos años.
En dicho documento advierte de que la UE, ante los retos que le esperan, «no puede reducir su nivel de ambición», y eso debe reflejarse en el marco financiero plurianual.
Lo contrario, recalca el Ejecutivo de Pedro Sánchez, solo ayudaría a alimentar el descontento con la Unión Europea e incentivar a los antieuropeístas.
España también cree que para legitimar la integración europea hay que promover la convergencia socio-económica con políticas tradicionales como las de cohesión o la agraria común, pero también con medidas nuevas como la cobertura europea de desempleo, la garantía juvenil o una estrategia de igualdad de género.
España también defiende en este documento completar la unión bancaria, un «verdadero presupuesto» para la Zona Euro, o reforzar la unión monetaria con un Tesoro Público Europeo con capacidad para emitir deuda.
La lucha contra el cambio climático, la política migratoria y la de defensa están también entre las cuestiones que se debatirán en esta cumbre y sobre las que España también hace aportaciones en su documento.
Aunque la cumbre es informal y se celebra solo durante un día, Pedro Sánchez espera tener tiempo para diversos encuentros bilaterales con, entre otros, el presidente del Consejo, Donald Tusk, la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, Emmanuel Macron o el primer ministro italiano, Giuseppe Conte.
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