domingo, noviembre 24, 2024
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Modesto Emilio Guerrero cree que lo bueno y malo en Venezuela es tener petroleo

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Modesto Emilio Guerrero es periodista, escritor y militante político social venezolano. Nació en 1955 en la península de Paraguaná, ubicada al norte del estado Falcón. Con 64 años de edad, ha ejercido el periodismo en su país natal como jefe de información política en Ciudad Caracas y como corresponsal en Aporrea, y es autor de innumerables obras sobre el chavismo tales como ¿Quién inventó a Chávez?, Chávez: el hombre que desafió a la historia, Venezuela en el Mercosur y 12 dilemas de la Revolución Bolivariana, entre otros.

En 1982 fue electo diputado por el PST venezolano y fue representante de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) hasta el año 2006. Guerrero dialogó con Notas en una entrevista que atraviesa temas como la situación actual de Venezuela, la aparición de Juan Guaidó en la política, el apagón eléctrico y los motivos principales por los cuales Estados Unidos decide intervenir en el país. Primera parte.

– ¿Cuál es la situación actual de Venezuela?

– De colapso general de la vida económica social, familiar y política, que lleva tres años y medio de historia y comenzó exactamente el día que Nicolás Maduro logró lo que nadie en el planeta Tierra podía lograr: ganarle las elecciones al candidato opositor. Esa elección fue tan impactante para la oposición que los descuajó, los dejó sin rumbo porque a los cuatro meses el mismo gobierno ganó una elección general de gobernadores en las que, en vez de un punto de triunfo, lo superó con casi veinte puntos de ventaja, y eso obligó a pensar a la oposición en otros modos de sobrevivir, en un país donde no podían ganarle ninguna elección y en ningún proceso democrático al gobierno chavista.

Ese estrago general de la sociedad comenzó con un asfixiamiento general de la economía en el exterior y unos intentos, tres en total, de desarticular la vida política y militar de las instituciones mediante lo que se denominó como “guarimbas”, una expresión de lucha que practicó la izquierda en los años 60 y 70 y que no significa otra cosa que intento de guerra civil en la calle, violencia generalizada hecha por civiles armados, medio armados, o desarmados.

Esas tres guarimbas fueron derrotadas en tres intentos de violencia general callejera. Ahí comenzó entonces una nueva estrategia: ¿Cómo voltear al gobierno de Maduro por medios que no sean las guarimbas? Se dan la tarea de una asfixia que comenzó por ser económica y terminó por ser financiera y expropiación de bienes del Estado, como la gigantesca empresa venezolana instalada en territorio norteamericano, llamada Citgo, que es la que procesa y vende el petróleo venezolano, transformado en gasolina a 13.000 gasolineras o expendedoras de la costa oeste norteamericana.

– ¿Quién es Juan Guaidó y cómo llegó a la vida política?

Es un producto de laboratorio, pero no es un producto menor. Se formó en una universidad privada bien oligárquica, la universidad católica Andrés Bello. Se instruyó en dos estructuras del fascismo contemporáneo de la ex Yugoslavia, en la ciudad de Belgrado, en el centro este de Europa. Los grupos se llaman Otpor y Canvas, ambos nazis, neonazis, neofascistas, antiobreros, y anticomunistas de Europa, ahí se entrenó este muchacho. También hizo un paseo por la CIA de la mano de la mujer que aparece donde quiera que Guaidó viaja por el exterior. Esa mujer es la consejera, protectora, guardadora, preceptora que le puso la CIA para aconsejarlo, orientarlo y que haga menos estupideces de las que suele hacer. Es una nodriza de la CIA, conocida en el mundo del espionaje.

Es un bicho cavernario del fascismo venezolano. Surge de un movimiento juvenil universitario que nació, como cuento en el libro Fascismo, chavismo y estado comunal, en el drama que vive Venezuela entre revolución y contrarrevolución. Él es el representante público de la contrarrevolución en Venezuela. Con apenas 38 años ha desplazado a toda la dirección de la oposición de derecha del antichavismo que se vació y quedó vencida. No tiene calibre de ningún tipo, historia, tradición, ni trayectoria, pero ocupa el lugar del vacío, hoy posible por dos razones: porque la CIA lo alimenta con dólares, intelectualmente, y porque tiene una franja de la juventud y de la clase media alta venezolana que odia al chavismo, de la misma manera que un nazi odiaba a un comunista, a un gitano, o a un judío. Por eso él se atreve a expresarlo en palabras cuando dice: “Los muertos serán una inversión, si hay muertos en esta batalla será una inversión”. Todo para ellos es una inversión, no tienen compostura de solidaridad ni de convivencia, ellos no pueden convivir con el distinto y ese es su carácter principal.

– ¿Cuáles son los motivos por los cuales Estados Unidos tiene intenciones de intervenir en Venezuela?

– Son dos, uno de carácter económico y otro de carácter político. El de carácter económico es muy simple. Venezuela tiene el 21,2 % del total de los depósitos de petróleo del mundo. La civilización humana está basada todavía en el petróleo, toda la civilización capitalista industrial se basa en la energía más carburante que hay. Venezuela es el principal depósito de petróleo del planeta, eso es una bendición y una desgracia. Juan Pablo Pérez Alfonzo lo llamó “el excremento del diablo”, porque es una pieza de la ambición imperialista, sea norteamericana, china, rusa, francesa o alemana, de cualquier imperio. Cualquier imperio no puede sobrevivir sin la energía que está contenida en Venezuela.

En términos políticos, porque Venezuela tiene un gobierno de izquierda. Es una contradicción porque su economía se basa en el funcionamiento de la explotación capitalista. El centro medular del aparato de Estado que es el gobierno, es no capitalista, es un gobierno de izquierda dentro de una economía de derecha capitalista, y eso molesta a Estados Unidos.

– ¿A qué se debió el apagón eléctrico más largo de la historia y quien crees que está detrás de eso?

– El apagón eléctrico comenzó el jueves de la semana anterior a las 5 de la tarde, en plena movida masiva del trabajo a la casa. Es un acto terrorista, de saboteo bien armado desde una IP situada en el territorio norteamericano. Como las IP no son detectables con facilidad en un cuadrante, tienen ubicación territorial. Esa ubicación, por el satélite venezolano “Simón Bolívar” la da en territorio norteamericano.

Ese acto se logró por dos razones: porque tienen la capacidad tecnológica y electrónica, como la tuvieron en el año 2002 para paralizar todo el sistema petrolero venezolano, ahora la tienen para paralizar el sistema eléctrico. Ahora fue peor, tuvo una cadena de efectos sociales mucho mayor que lo del año 2002 con el petróleo.

La segunda razón es social, de la industria eléctrica venezolana se fueron el 48% de la mano de obra técnica especializada, ese porcentaje en buena medida ocupaba tareas de seguridad y emergencia.

Ellos aprovechan una brecha, una fragilidad en el sistema eléctrico venezolano, que muchísimos técnicos han migrado a la economía privada o a otros países para sobrevivir a la hiperinflación, quedando desguarnecido el sistema eléctrico. Por eso atacan la matriz que está en la presa del Guri. Esa presa fue atacada en su centro neural y derivó en una explosión simultánea en todas las centrales de distribución. La central Altamira, que es la que distribuía en Caracas, explotó. Se creé que fue una explosión distinta, no en cadena sino provocada, un acto vandálico de la derecha que fue colocar explosivos dentro de la central.

Estrella Digital

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