Los orígenes del Comando Sur del ejército de Estados Unidos se remontan al primer grupo de marines que llegó a Panamá a bordo del USS Nashville el 2 de noviembre de 1903, un día antes de que el istmo declarara su independencia de Colombia.
La misión oficial de esos soldados era proteger el ferrocarril que unía las costas atlántica y pacífica de Panamá pero, en la práctica, su presencia sirvió para impedir que Bogotá pudiera sofocar el alzamiento y para convencerle de que la secesión era un hecho consumado.
Después de un siglo durante el cual protagonizó muchos otros episodios polémicos, el Comando Sur -la fuerza que ese país destina a operaciones en Centroamérica, Sudamérica y el Caribe- vuelve a estar bajo los focos por su posible rol en la crisis política en Venezuela.
El pasado 9 de mayo, el jefe de esta unidad, almirante Craig Faller, publicó un mensaje en Twitter poniéndose a la disposición del líder de la oposición venezolana y «presidente encargado» del país, Juan Guaidó, para hablar sobre su apoyo a los jefes militares venezolanos que ayuden a la «restauración del orden constitucional en Venezuela».
Aunque en distintas intervenciones Faller ha expresado su apoyo a una solución diplomática y política en Venezuela, también ha dicho que evalúan una variedad de opciones militares para «estar listos» ante cualquier decisión que tome el presidente Donald Trump.
Guaidó, quien encabeza la Asamblea Nacional de Venezuela, se juramentó como mandatario interino el pasado 23 de enero alegando que Nicolás Maduro usurpa la presidencia tras haber sido reelecto en unos comicios fraudulentos en 2018. Maduro, por su parte, le acusa de encabezar un intento de golpe de Estado con el apoyo de Estados Unidos.
El mensaje de Faller fue respondido con una carta del embajador de Guaidó en Washington, Carlos Vecchio, en la que solicitaba una reunión y acogía con beneplácito la «planificación estratégica y operativa» con el Comandos Sur.
Delcy Rodríguez, vicepresidenta del gobierno de Maduro, rechazó la iniciativa y acusó a Vecchio de estar pidiendo la intervención militar de Venezuela.
Desde el oficialismo venezolano, sin embargo, estas ofertas de ayuda de parte de Estados Unidos son vistas con rechazo y suspicacia.
En febrero de este año, un intento de ingresar ayuda humanitaria estadounidense a Venezuela, a través de la frontera con Colombia, fue impedido por el gobierno de Maduro, quien señaló que detrás de ese envío se ocultaba un plan de EE.UU. para apropiarse de las riquezas de Venezuela.
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