El propio mandatario explicó el fin de este nuevo Instituto: «El Gobierno confisca bienes mal habidos de la corrupción, de políticos corruptos, estamos hablando de vehículos de lujo, de residencias, ranchos, aviones, joyas, dinero en efectivo, dólares», apuntó.
La corrupción un tema que preocupa especialmente a Andrés Manuel López Obrador. Y la lucha contra ella su plan a seguir. «El problema de México no es la falta de presupuesto, sino la corrupción» repite.
El presidente calcula que anualmente podrían obtenerse cerca de 1.500 millones de pesos (alrededor de 70 millones de euros), a través de la subasta de estos bienes.
Lo que aún no tiene muy claro, según admitió, cómo va a ser redistribuida esa cantidad recuperada entre el pueblo mexicano. «Lo estamos definiendo. En algunos casos va a ser directo a las sociedades de padres de familia de las escuelas para su mantenimiento, para la construcción de unidades deportivas, para ambulancias, para caminos… Todo lo que pueda hacerse con este apoyo».
López Obrador añadió que el gobierno está «recuperando residencias que estaban custodiadas por políticos de partidos», y dando pistas a los periodistas pero sin aportar muchos datos, se refirió a la zona de Las Lomas, una de las más exclusivas de la capital mexicana. La recaudación de estas propiedades será «para las comunidades más pobres de Mexico».
Lo que sí tiene muy claro, es que la primera entrega de ese dinero irá destinada «para la atención a los jóvenes y se va a tener ya la próxima semana», anunció.
Desde que el presidente llegó al poder, ha subastado parte de la flota de vehículos oficiales y ha vendido el avión presidencial para recaudar fondos.
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