Según el New York Time, la campaña para la reelección del Presidente Trump ya está en marcha en América Latina, con cuatro temas polémicos que contribuyeron a llevar al presidente Donald Trump a la Casa Blanca en 2016 ya están incidiendo en su manera de relacionarse con la región y se están impulsando a través de dos estrategias electorales paralelas: llamados a su base política a nivel interno en temas como la inmigración, las drogas y el comercio, y una propuesta agresiva para el sur de Florida sobre Cuba y Venezuela.
Trump ha tratado a México como un delegado y como un chivo expiatorio ya desde su campaña en el año 2015, los llamados a construir el muro en la frontera de Estados Unidos con México se convirtieron en la manera de resumir una postura firme y agresiva sobre estas cuestiones, infalible para movilizar y emocionar a sus férreos simpatizantes, el jueves 4 de abril, con la presión de los republicanos en el congreso, retiró su amenaza, solo para lanzar otra: “Les daremos un año de advertencia, y si las drogas no se detienen por completo o en su mayoría, impondremos aranceles a México y a sus productos, en particular a los autos”.
La presión constante del gobierno de Trump sobre la dictadura venezolana, ejercida en colaboración con aliados en el hemisferio y europeos, ha otorgado el apoyo tan necesitado para una transición democrática en la atribulada nación de Venezuela.
Estos asuntos requieren apoyo bipartidista. Si no se manejan correctamente, podría haber consecuencias para la política estadounidense en la región durante las décadas por venir
Estrella Digital