Son datos de la Encuesta de Migraciones correspondiente al pasado año difundida hoy martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) que reflejan que 4,84 millones de personas extranjeras residen en España, un 6,3 % más que un año antes.
Este crecimiento se debe al saldo migratorio positivo de 330.197 personas que hubo en 2018 (llegadas menos salidas), que ha provocado que la población del país aumente por primera vez desde 2012, año en el que alcanzó el valor histórico más alto.
Entre las principales nacionalidades de residentes en España, los mayores incrementos se dieron en la población venezolana (42.803 personas más), colombiana (39.977 más) y marroquí (32.217), mientras que los principales descensos los registraron los procedentes de Ecuador, con 4.173 ciudadanos menos, Rumanía (2.359) y Bulgaria (1.387).
Pese a ser los que más han aumentado, los venezolanos son la novena nacionalidad por número de habitantes en España, por detrás de Marruecos, Rumanía, Reino Unido, Italia, Colombia, China, Alemania y Ecuador.
La llegada de migrantes creció en trece comunidades autónomas, siendo las Islas Baleares, Madrid y Canarias las regiones con un mayor incremento, mientras que Asturias, Extremadura y Castilla y León fueron las regiones en las que más descendió.
Así, en 2018 un total de 643.037 personas procedentes del extranjero establecieron su residencia en España, lo que equivale un 20,8 % más respecto al año anterior.
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