En un comunicado difundido por el ministerio de Exteriores, España lamenta las «terribles consecuencias» que el conflicto armado que se desarrolla en los alrededores de Trípoli está teniendo para la población civil y, especialmente, para los grupos más vulnerables, entre los que se encuentran los migrantes.
Asimismo, reitera su convencimiento de que no hay una solución militar a la crisis en ese país e insta a que se acuerde «de manera inmediata» un alto el fuego.
El Ejecutivo español exhorta a las partes a que retomen el proceso de negociaciones políticas bajo la égida de las Naciones Unidas y del Enviado Especial del Secretario General.
En la misma nota reitera su llamamiento a que el derecho internacional humanitario «sea respetado escrupulosamente bajo toda circunstancia» y apela a que se depuren las oportunas responsabilidades.
En el ataque aéreo ocurrido la pasada noche contra un centro de detención en la localidad de Tajura, al sur de Trípoli, murieron 44 migrantes y cerca de 80 resultaron heridos.
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