Estudios realizados por Datanálisis evidencian que hubo una desaceleración de la espiral inflacionaria en Venezuela a partir del mes de febrero, que coincide con la entrada en vigor del decreto del BCV que ubicó el encaje marginal a 100% y el ordinario a 57%.
La intención gubernamental con esta medida es disminuir la liquidez monetaria, reducir el factor de multiplicación bancaria, y con ello frenar la hiperinflación, aseguró Luis Vicente León a El Nacional.
No obstante, solo ha generado un terrible impacto de distorsión en la economía, debido a que se comprimió la cartera crediticia. De mantenerse a largo plazo, esta medida condenará la banca a la quiebra, advirtió León.
El experto explicó a esta redacción la dinámica económica que ha permitido la desaceleración inflacionaria con una medida concerniente al encaje legal.
—¿Cuál es la dinámica en relación con el encaje legal que permite una desaceleración de la inflación?
—En términos financieros «encaje» se refiere a la reserva de dinero que un banco guarda en el cuerpo emisor (BCV, en el caso de Venezuela). Y se le llama encaje legal porque es obligatorio. Aunque no fuese obligatorio, los bancos tendrían que reservar dinero para poder hacer frente a las demandas de efectivo de sus depositantes. El gobierno establece un encaje legal para garantizar que esas reservas sean suficientes. Además, con ello lo que se hace es manipular el dato estadístico de lo que realmente los bancos necesitan, lo aumenta o lo disminuye como parte de su política monetaria. Así, se puede decidir que tienes que reservar más para que se genere menos dinero en el circulante.
—¿Por qué el BCV opta por disminuir el circulante aumentando el encaje legal si produce dinero inorgánico?
—El BCV, en condiciones normales, genera dinero y lo entrega a la banca. Lo que ocurre posteriormente es que el banco reserva una cantidad de dinero para sus operaciones y el resto los presta. Pero ese dinero que el banco presta la gente, al recibirlo, lo vuelve a colocar en el banco; el banco vuelve a retirar el encaje legal correspondiente de esos nuevos depósitos y el resto lo vuelve a prestar. Con lo cual se está generando multiplicación monetaria. Ese dinero multiplicado expande la liquidez y expande la cantidad de bolívares que hay circulando. Eso presiona la demanda, presiona el consumo y, si no es equivalente a la producción de bienes y servicios, también presiona la inflación. Ese dinero multiplicado que el banco está prestando también permite que se compren divisas, lo que en un mercado escaso como el nuestro puede generar devaluación e impactos sobre los precios de los productos.
—¿Por qué elevar el encaje a 100%?
—Lo primero que hizo el gobierno fue incrementar el encaje legal a 60%. Pero eso no fue suficiente porque, como el gobierno estaba produciendo dinero como loco, con el restante 40% se expandía la liquidez, se multiplicaba y se generaban las presiones de demanda, consumo e inflación. Entonces, en un momento determinado, el gobierno, en una decisión que en mi opinión es completamente equivocada porque está generando un impacto terrible de distorsión sobre la economía, dijo que el nuevo dinero que genera ya no va al encaje legal convencional sino que el 100% está encajado. Es decir, que los bancos no lo pueden prestar, se queda el banco solo prestando lo que ya prestaba antes y la nueva generación de dinero que haga el BCV no se puede prestar. En otras palabras, congelaron el crédito en lo que estaba en el momento de ese decreto (11 de febrero de 2019). Ese nuevo dinero encajado ya no genera presión porque no se presta.
—¿Cuánto prestan actualmente los bancos?
—En este momento, por ejemplo, de cada 100 bolívares que el banco recibe, lo máximo que puede prestar es entre 10 y 12. Dentro de 2 meses serán 8 y después 4 bolívares. Y como se desaceleró la inflación pero no desapareció, el crédito pierde valor en muy poco tiempo.
—¿Cómo se distorsiona la economía en ese escenario?
—El gobierno sigue produciendo dinero pero los bancos no lo pueden prestar. Claro, eso reduce el factor multiplicador monetario y, por ende, reduce la demanda, reduce el consumo, reduce la cantidad de bolívares que se pueden usar para comprar dólares y eso ancla el dólar. Pero también impide el crédito, el capital de trabajo, impide que las empresas puedan operar, que puedan financiar camiones, producción y materia prima para poder abastecer el mercado. Como los empresarios no pueden pedirle créditos al banco, deben hacer todo a bolsillo propio y eso es muy limitado. En resumidas cuentas, si bien es cierto que se disminuyen los saltos inflacionarios porque se reduce el consumo, la compra de divisas, etcétera, también se reduce la producción, se reduce la capacidad de los bancos para cubrir sus costos operativos. Eso está condenando a mediano plazo al colapso completo de la economía. Va a tener impactos demoledores sobre la economía.
—¿Hay algún antecedente de encaje legal a 100% en Venezuela?
—Nunca. Y dudo que en ninguna parte.
—¿Cuánto tiempo se puede mantener una medida como esa?
—Tiene que ser una medida transitoria, porque de lo contrario la banca estaría condenada al quiebre o a la nacionalización, ya que no podría cubrir sus costos operativos. O tendría que reconvertirse en un sistema cambiario y cobrar comisiones por eso. En todo caso, no sería un intermediador financiero. El problema es que no sabemos cuánto puede durar. En ciencias sociales no hay cálculo de tiempos.
—¿Qué otros factores han incidido en la desaceleración de la inflación?
—La caída del consumo es brutal. Lo que hace que los precios se desaceleren. De nuevo, no es una buena noticia reducir inflación porque la gente no compra nada y el mercado se pulveriza. ¿Cuánto tiempo dura eso?
Información de «El Nacional»
Estrella Digital