La canciller alemana, Angela Merkel, insistió este viernes en que se siente bien de salud y se mostró convencida de que está capacitada para completar su mandato, previsto hasta 2021, pese a los reiterados temblores públicos sufridos en las últimas semanas.
«Bien, me siento bien», respondió la lideresa alemana, en su conferencia de prensa habitual antes del receso vacacional, de unos 90 minutos, en la que se sometió a todo tipo de preguntas.
«Entiendo que me pregunten sobre mi salud», contestó Merkel a la siguiente cuestión sobre el tema, para mantenerse en su posición de no dar más explicaciones al respecto, como ha hecho en las últimas semanas, ya sea personalmente o a través de alguno de sus portavoces.
«Me conocen desde hace un rato», dijo, tras aludir a su reconocido «sentido de la responsabilidad» y al hecho de que adoptaría las medidas oportunas de no estar en condiciones de seguir en el cargo.
La canciller se refirió asimismo a su decisión, anunciada en octubre del año pasado, de no optar a otra legislatura una vez completado su actual mandato, el cuarto.
También hizo referencia a su decisión de dejar la presidencia de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido que dirigió desde 2000, y cuyo liderazgo ejerce desde el pasado diciembre Annegret Kramp-Karrenbauer, considerada leal a su línea.
La decisión de si Kramp-Karrenabuer, apodada AKK por sus compatriotas, asumirá o no la candidatura del partido para luchar por la cancillería en las siguientes elecciones generales, «compete a la unión» y se adoptará «a su debido tiempo», indicó.
AKK jurará el cargo de ministra de defensa en el parlamento federal (Bundestag) la próxima semana, puesto que quedó vacante tras la elección de su correligionaria Ursula von der Leyen como presidente de la Comisión Europea (UE).
La incorporación de la lideresa de la CDU al gobierno de Merkel se ha considerado en algunos medios alemanes e internacionales como una señal de aceleración en los planes de retirada de la canciller.
Los sucesivos ataques de temblores físicos de la canciller han suscitado cierto debate en Alemania sobre la necesidad o no de que Merkel informe sobre su estado de salud.
Según un sondeo semanal de la televisión pública alemana ZDF, un 80 % de los ciudadanos alemanes considera que eso es un asunto privado y apenas un 19 % exige una mayor transparencia.
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