Miembros del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas confirmaron a medios de comunicación de Colombia un nuevo hallazgo de restos humanos en el paso irregular conocido como La Mona, que comunica la población de Ureña con la ciudad de Cúcuta, en plena zona de frontera.
El viernes en la tarde, de acuerdo con el organismo policial, se encontraron dos cabezas descuartizadas y algunas partes óseas en alto estado de descomposición, que fueron recolectadas por un equipo de investigadores y hasta el momento se encuentran en proceso de identificación.
Las primeras versiones indicaron que las extremidades pertenecientes a dos hombres estaban rodeadas de prendas de vestir, un celular, toallas y un documento de identidad venezolano.
En el último mes, las autoridades del país han registrado la aparición de un total de seis cráneos cercenados en ese sector limítrofe entre el estado Táchira y Norte de Santander. Tres de ellos fueron hallados en una bolsa que llevaban cinco hombres, que fueron capturados y sometidos a medida privativa por un tribunal de Ureña.
Estas macabras escenas se suman a los cuerpos desmembrados que han sido descubiertos por la policía nacional colombina en zona rural y en plena vía pública de la capital nortesantandereana. En menos de una semana, cinco personas han sido víctimas de esos actos de tortura.
El alcalde de Cúcuta, César Rojas, atribuyó el recrudecimiento de la violencia a la incursión de grupo extranjeras como el Tren de Aragua y el fortalecimiento bélico de bandas delictivas como La Línea, comandada por ex integrantes de los paramilitares.
“Tenemos todos los actores delincuenciales en la ciudad y el área metropolitana. Acá se presenta el fenómeno criminal como no se ve en otras ciudades del país, y esto nos genera mucha preocupación. El llamado al gobierno nacional es para incrementar el pie de fuerza y garantizar la tranquilidad en la frontera”, precisó el mandatario.
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