Las autoridades ruandesas han cerrado la frontera entre su ciudad de Gisenyi y la ciudad congoleña de Goma, donde se detectó un tercer caso de ébola, de tal manera que sólo pueden cruzarla ciudadanos congoleños que salgan de Ruanda.
En un comunicado, la presidencia de la RDC (ex Zaire) lamentó la decisión unilateral de Ruanda, ya que afecta a los ciudadanos de ambos países y va en contra de los consejos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El anuncio del cierre de la frontera se produjo poco después de que se registró un tercer caso de ébola en Goma, una ciudad de dos millones de personas y un importante centro de transporte que comparte la frontera con la ciudad ruandesa de Gisenyi, según el sitio de noticias All Africa.
El segundo enfermo con ébola en Goma murió la víspera, causando preocupación entre la población en la región en momentos en que se cumple el primer aniversario del segundo brote más letal de la enfermedad en la historia.
La OMS, que declaró el brote del ébola en la República Democrática del Congo una emergencia de salud internacional, ha recomendado evitar las restricciones a los viajes o comercio en esa frontera, aunque defina el riesgo de propagación regional como “muy alto”.
La OMS anunció la semana pasada que trabajará con las autoridades congoleñas para usar un segundo tipo de vacuna para hacer frente al brote del ébola, que se contrae mediante el contacto directo con órganos, sangre u otros líquidos corporales de las personas infectadas.
Desde el 1 de agosto de 2018, la OMS ha confirmado un total de dos mil 687 casos en la RDC, de los cuales mil 803 han concluido con el fallecimiento del paciente.
En 2014, varios países de África occidental sufrieron una epidemia sin precedentes que se saldó con casi 30 mil infectados y más de 11 mil muertos.
Los síntomas de la enfermedad son fiebre, debilidad, dolores musculares, vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática, incluso en algunos casos hemorragias internas.
Estrella Digital