La multinacional Johnson & Johnson acaba de ser condenada por un tribunal de Oklahoma, en Estados Unidos, a pagar 572 millones de dólares a modo de indemnización. Esto sucedió después de hallarla culpable por el excesivo consumo de opioides de prescripción con efectos negativos comprobados desde 1990.
La decisión judicial se considera histórica porque es la primera en la que una instancia judicial encuentra culpable a una empresa por esa razón. La decisión la tomó el juez Thad Balkman. Aseguró que «la crisis de opioides ha devastado al estado de Oklahoma y debe ser frenada inmediatamente», en una invocación para responder en ese sentido demandas similares que se han presentado en otros 40 estados.
Balkman dijo que los fiscales lograron comprobar que Johnson & Johnson contribuyó al perjuicio público, con su promoción engañosa de analgésicos de receta médica sumamente adictivos.
En principio, la Fiscalía había demandado a otras dos empresas, Purdue Pharma y Teva Pharmaceuticals. Estas terminaron con arreglos de 270 y 85 millones de dólares, respectivamente, en 2017.
De acuerdo con el veredicto, las empresas mencionadas acudieron a estrategias muy liberales para promocionar y distribuir este tipo de medicamentos, los cuales hasta hace dos décadas estaban reservados para personas con dolor extremo. Hoy su consumo desbordó las áreas hospitalarias y se usa de forma recreativa.
La epidemia de opioides en Oklahoma ha causado más de 6.000 muertes en las últimas dos décadas. De acuerdo con documentos judiciales citados por algunos medios locales, el número de recetas de estos medicamentos dispensados por las farmacias de ese estado llegó a 479 por hora en 2017.
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