Los casos de violencia de género no parecen frenarse en nuestro país. Por el contrario, las agresiones ascienden año tras año, de forma constante.
Solo de enero a octubre del 2019, casi 150 mil mujeres fueron víctimas de violencia sexual y familiar, según informó el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP).
Asimismo, en lo que va del año, ya son 150 las mujeres asesinadas en distintos puntos del país. Esta cifra ya es superior a la del 2018 que cobró la vida de 149. Y, solo en ambos periodos, son más de 260 los huérfanos.
Las estadísticas criminales del MIMP marcan que sigue en ascenso la violencia física y psicológica contra las mujeres.
La cifra es contundente: cada día se denuncian, al menos, 447 ataques sexuales y familiares en todo el país.
Así, los datos oficiales expusieron que durante los primeros 10 meses fueron notificadas 149 mil 412 agresiones contra mujeres que sufrieron violencia.
De esa cifra, según los Centros de Emergencia Mujer (CEM), a nivel nacional, 127 mil 417 fueron mujeres; 45 mil 418 niñas, niños y adolescentes; y 9 mil 181 son adultos mayores.
Además, de acuerdo al tipo de violencia, se reporta que el 50% fue víctima de violencia psicológica, 39.7% de violencia física, 9.7% de violencia sexual y 0.6% violencia económica.
En el año 2018 fueron asesinadas 149 mujeres. En el primer semestre del 2019 se registraron 84 feminicidios. Esto significa que hubo un incremento del 20% respecto al mismo período del año anterior.
Frente a este grave problema, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables informó que un millón 867 mil 710 personas han sido informadas y sensibilizadas para prevenir la violencia hacia las mujeres.
En los CEM se brinda atención integral y multidisciplinaria para víctimas de violencia de género, en los cuales se brinda orientación legal, defensa judicial, consejería psicológica y atención social. Es necesario cambiar la cultura machista.
Paola López Peláez, especialista del Programa Nacional Contra la Violencia Familiar y Sexual, incentivó a las mujeres a seguir luchando por su independencia y una vida libre de violencia de género. “Ustedes deben tener claro que el trabajo no tiene género”, señaló