El opositor Juan Guaidó desafió nuevamente una prohibición de salida de Venezuela impuesta por el gobierno chavista y viajó a Colombia para reunirse con Mike Pompeo, jefe de la diplomacia de Estados Unidos, su principal aliado para expulsar del poder al mandatario Nicolás Maduro.
Reconocido como mandatario encargado por medio centenar de países, Guaidó confirmó este domingo su llegada a Colombia, donde se entrevistará en la tarde con el presidente de Colombia, Iván Duque, quien lidera junto a Washington la presión internacional contra Maduro.
Duque informó por la misma red social que sostendrá un «encuentro de trabajo» con el opositor venezolano y anunció que coincidirán el lunes en la Cumbre Hemisférica de Lucha contra el Terrorismo.
Guaidó se encontrará con Pompeo en Bogotá, donde el secretario de Estado estadounidense iniciará este lunes una gira por Latinoamérica y el Caribe, señaló a la agencia de noticias AFP el diputado opositor Stalin González.
González no precisó cuándo ni por qué vía partió Guaidó, sobre quien pesa una prohibición de salida del país como parte de múltiples investigaciones penales y administrativas de las autoridades venezolanas, leales a Maduro.
Según la agencia AP, Guaidó también planea viajar a Europa y posiblemente a Estados Unidos, le confirmaron bajo condición de anonimato dos fuentes cercanas al líder opositor. Irá justo en momentos en que el presidente Donald Trump estará en Suiza en el marco del Foro Económico Mundial, del 21 al 22 de enero.
Por su parte, Pompeo adelantó que aprovechará para agradecer al presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, por la «constante condena (…) a los abusos de Maduro», y por acoger a quienes huyen del «régimen» de Daniel Ortega en Nicaragua, a quien considera otro de los integrantes de la «troika de la tiranía» junto con Venezuela y Cuba.
Medios locales aseguraron que el jefe parlamentario cruzó clandestinamente la frontera con Colombia, que permanece cerrada desde 2015.
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Es la segunda vez que Guaidó desafía la prohibición de salir de Venezuela. Ya lo hizo en febrero de 2019, cuando apareció del lado colombiano de la frontera para lo que sería un fracasado intento por ingresar donaciones de alimentos y medicinas provenientes de Estados Unidos.
En esa oportunidad, el opositor visitó varios países de la región y regresó vía aérea por el aeropuerto de Maiquetía, que sirve a Caracas, en medio de la expectativa sobre un posible arresto que finalmente no se concretó.
Según el gobierno de Maduro, Guaidó salió entonces con la ayuda de paramilitares y narcotraficantes colombianos, lo que él niega aunque unas fotos lo mostraron en compañía de presuntos miembros de esos grupos ilegales.
La nueva salida de Guaidó coincide con un repunte de la crisis de Venezuela, que según la ONU ha obligado a emigrar al más de cuatro millones y medio de personas, especialmente hacia países como Colombia, Ecuador y Perú.
Maduro se propone llevar a cabo elecciones parlamentarias este año para recuperar el control de la Asamblea, único poder en manos de la oposición, pero Guaidó ya anticipó que no se prestará a una «farsa».
Con 100 votos de legisladores aliados, Guaidó fue ratificado el pasado 5 de enero como jefe del Parlamento después de que las fuerzas de seguridad le impidieran acceder ese día al hemiciclo de sesiones y de que un opositor rival, Luis Parra, se autoproclamara presidente de la Cámara con apoyo chavista.
Guaidó exige que se realicen comicios presidenciales, pues considera que la reelección de Maduro en 2018 fue «fraudulenta», y para ello reclama la renovación del Tribunal Supremo de Justicia y del Consejo Nacional Electoral.
Ese es el argumentó que usó hace casi un año para proclamarse mandatario interino de Venezuela. El 7 de enero pasado renovó du liderazgo al frente del Palacio Legislativo y dio juramento de cumplir con «los deberes de presidente encargado» y buscar una «solución a la crisis».
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