«A partir de mañana se implanta el régimen de autoaislamiento para todos los habitantes de Moscú, independientemente de su edad», escribió Sobianin en su blog.
Hasta hoy el confinamiento obligatorio regía solo para las personas mayores de 65 años y para aquellos que padecen enfermedades crónicas.
Sobianin señaló que las medidas adoptadas anteriormente por las autoridades, tanto federales como urbanas, han surtido un «enorme efecto» para reducir los contactos entre las personas y prevenir contagios.
«Los desplazamientos por la ciudad han disminuidos en dos tercios, lo que está muy bien, aunque es evidente que no todos nos han oído», indicó, para añadir que el desarrollo de los acontecimientos en las mayores ciudades de Europa suscita una «enorme preocupación» por la vida y salud de los ciudadanos.
Según el decreto, los moscovitas podrán salir de sus domicilios solo en cinco casos: para recibir atención médica de urgencia; viajar al trabajo en caso de que estén obligados a hacerlo; comprar en la farmacia y tienda de alimentos más próxima; pasear mascotas no más allá de 100 metro del domicilio, y sacar la basura.
En los próximos días, explicó Sobianin, se podrá salir a las calles con un pase especial otorgado por el Ayuntamiento, y se establecerá un «sistema de control inteligente» del confinamiento domiciliario.
«De manera paulatina y consecuente vamos a endurecer el necesario control que se requiere en esta situación», añadió.
Al mismo tiempo, Sobianin subrayó que el régimen domiciliario «no restringe el derecho de los ciudadanos de entrar a la ciudad o de salir de ella».
«Se trata solo de que no se puede circular por la ciudad sin una causa justificada», puntualizó.
Según los últimos datos oficiales, en Rusia se han registrado 1,534 casos de COVID-19, de los cuales dos tercios en Moscú, y ascienden a ocho los fallecidos por esta enfermedad
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