Por eso los países con finanzas robustas pusieron en marcha políticas para evitar que colapse la economía, con recursos millonarios que incluyen auxilios a los pequeños y medianos empresarios, trabajadores y los sectores marginados.
En Colombia las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional han sido óptimas, en la intención de aplanar la curva de contagios y evitar que se desborde la capacidad de atención médica. La determinación de decretar un confinamiento general fue necesaria y se debe mantener durante un tiempo prudencial, hasta que se pueda tener control sobre la expansión del virus, pero prolongar la cuarentena por tiempo indefinido traerá consecuencias negativas para el sostenimiento del país. De ahí la importancia de tomar las decisiones adecuadas en las próximas dos semanas.
Los sectores que están sobreviviendo a esta emergencia son aquellos dedicados a la producción y comercialización de alimentos, medicamentos y bienes de primera necesidad, aunque el incremento de los precios de proveedores afecta el costo de producción. Pero incluso estos sectores tienen dificultades serias, porque, como es natural, la afluencia de clientes no es ni siquiera del cincuenta por ciento de lo habitual.
Atenuar el impacto económico es una tarea que no da espera. En esa labor el sistema financiero es clave, con una política solidaria para aquellos emprendedores que requieran de créditos flexibles que permitan mantener a flote su actividad económica. La banca está refinanciando los créditos que existían antes del estado de emergencia, pero micro, pequeños y medianos empresarios están buscando liquidez y para ello demandan facilidades de acceso a préstamos. No se puede desconocer que debido a la crisis muchos empresarios tienen dificultades para cumplir con sus compromisos, necesitan alivios para mantenerse en el mercado cuando termine el aislamiento. Es oportuno que se atienda el llamado de los empresarios que piden plazo para el pago de sus obligaciones tributarias, porque no tienen reservas para los impuestos y la nómina.
Preservar el empleo es fundamental en el objetivo de recuperar el ritmo que traía la economía. Habrá que decretar un levantamiento parcial de las medidas adoptadas por el gobierno. Más allá de la discusión acerca de la importancia de la salud frente a la economía, porque un cuerpo enfermo no es apto para el trabajo, pero sin ingresos no se puede vivir, es preciso mantener la cuarentena en los sitios donde el riesgo de contagio es mayor por el número de infectados, en lugares donde la red hospitalaria no esté preparada para recibir una avalancha de pacientes y en ocupaciones en las que es inevitable el contacto entre personas. En cambio, permitir las actividades que, con los cuidados respectivos de uso de tapabocas, guantes y hábitos continuos de asepsia, puedan funcionar sin peligro de contraer el virus. Este tema fue analizado por Fedesarrollo que acertadamente propuso un confinamiento diferenciado.
Esto se puede lograr si se mejora el sistema de salud y se tiene mayor capacidad para realizar pruebas, porque sin hacer diagnósticos acertados, estaremos dando palos de ciego frente a la gravedad de la pandemia en Colombia.
@WilsonRuizO
Wilson Ruiz Orejuela