«Estamos preparándonos para una apertura o reapertura gradual y con muchas precauciones», dijo el mandatario, explicando que se hará «con precauciones y medidas sanitarias mucho más estrictas».
«Vamos a tener que aprender a acostumbrarnos a que la vida normal que teníamos antes del coronavirus no va a volver por un largo tiempo y tenemos que acostumbrarnos a una nueva normalidad», agregó Piñera.
Desde la aparición del primer caso de coronavirus en el país, el 3 de marzo, Chile ha implementado una estrategia de cuarentenas selectivas en aquellos sectores en los que existen mayores contagios.
Desde entonces decretó toque de queda nocturno, suspendió las clases en todo nivel y ordenó el cierre de los centros comerciales, restaurantes, cines y bares, además de suspender todos los eventos masivos.
Desde este viernes, rige la obligación de usar mascarillas en todo lugar que reúna a más de 10 personas y en ascensores, incluso cuando se use en solitario. El tapaboca es obligatorio también en todo el transporte público.
«Como presidente, no puedo ignorar que estamos enfrentando una profunda recesión a nivel mundial y tenemos también que preocuparnos de no dejar nada por hacer que nos permita proteger los trabajos y los ingresos de las familias», agregó Piñera.
Las masivas manifestaciones sociales contra su gobierno que se iniciaron el 18 de octubre impactaron a la economía chilena, que cerró 2019 con una expansión de 1.1 %, la menor en una década. Para este año, producto de los efectos del coronavirus, se espera una caída del PIB de hasta el 2.5 %
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