Un joven de 24 años residente de La Plata, en Argentina, que quedó varado en San Carlos de Bariloche por la cuarentena decretada por la propagación del nuevo coronavirus, fue alojado por una familia de la ciudad. Pero el sujeto se aprovechó de la confianza que le dieron para cometer abuso sexual contra la hija de los propietarios de la vivienda.
Según detalló El Litoral, el hecho se registró en la zona oeste de Bariloche entre el pasado 20 de marzo, fecha que comenzó a regir el aislamiento social, preventivo y obligatorio para contrarrestar el avance de la COVID-19, y los primeros días de mayo.
El sujeto fue identificado como Jonathan Leonel Alarcón, quien fue sentenciado a ocho años de cárcel por haber sometido sexualmente a una menor de 11 años, hija de la mujer que le brindó un espacio para pasar las noches cuando no tenía a donde ir.
Un tribunal argentino aprobó el acuerdo del fiscal César Lanfranchi, el abogado Marcos Miguel y el imputado, que admitió su responsabilidad sobre forzar a una niña a tener relaciones sexuales.
Asimismo, los jueces Héctor Leguizamón Pondal, Romina Martini y Marcelo Álvarez validaron la decisión del caso y Alarcón fue condenado por abuso sexual simple y agravado por acceso carnal contra una menor, aprovechando la situación de convivencia.
El delito fue descubierto gracias a las declaraciones de la víctima en cámara Gesell, habitación equipada para permitir la observación de las personas, donde reveló que el acusado esperaba que su madre se quedara dormida para manosearla y violarla al menos en tres ocasiones.
Tras enterarse de lo sucedido, la madre de la menor presentó una denuncia ante las autoridades a mediados de mayo y, después del acuerdo de las partes, el proceso concluyó en un juicio abreviado donde Jonathan recibió una pena mínima.
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