Brasil superó este domingo la barrera de los 50.000 muertos por el nuevo coronavirus. El Ministerio de Salud informó que se registraron 641 nuevas muertes en las últimas 24 horas, elevando la cifra total a 50.617 decesos.
Luego de cuatro meses de confirmarse el primer caso de COVID-19, el gigante sudamericano se ha posicionado como el segundo país más afectado por la pandemia a nivel mundial, solo detrás de Estados Unidos, acumulando 1.085.038 contagios.
Sao Paulo, el estado más poblado de Brasil y donde habitan cerca de 46 millones de personas, continúa siendo el epicentro de la enfermedad en el país, registrando casi 220.000 casos confirmados y 12.588 muertes, según los datos del Consejo Nacional de Secretarios de Salud.
El segundo estado más afectado por la emergencia sanitaria es Río de Janeiro, que ya contabiliza 8.875 fallecidos y se acerca a los 100.000 infectados. No obstante, pese al incremento en el número de contagios, centenares de personas llenaron las playas de la “ciudad maravillosa” este domingo.
Asimismo, diversos políticos, personalidades y movimientos de la sociedad civil lamentaron los más de 50.000 fallecidos por la COVID-19 registrados a lo largo de más de tres meses desde que se reportó la primera muerte en el país.
El exministro de Salud de Brasil, Luiz Henrique Mandetta, destituido por el presidente brasileño debido a las divergencias entre ambos sobre el combate de la pandemia, expresó su respeto a las víctimas y dijo que “reza” por el país.
El exministro de Justicia, Sergio Moro, quien renunció en marzo también por desacuerdos con Jair Bolsonaro, igualmente lamentó la situación brasileña. “Más de 50.000 víctimas del nuevo coronavirus. Muy triste. Cuídate”, escribió en Twitter.
Por su parte, Bolsonaro no se manifestó por las cifras alcanzadas en Brasil y solo se limitó a subir una publicación en sus redes sociales en homenaje a un militar de la Brigada de Infantería Paracaidista, quien falleció tras un salto de paracaídas.
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