Sánchez retoma su agenda internacional, parada desde que estalló la pandemia, con su asistencia a esta cumbre en la que coincidirá con el presidente francés, Emmanuel Macron.
A la cumbre presencial le seguirá otra ampliada por videoconferencia a la que están convocados el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, así como la representación de otros países europeos como Italia y Alemania.
En el avión del presidente del Gobierno se traslada el material que España va a donar y también viajan cinco profesionales sanitarios que han trabajado luchando contra el coronavirus en España y que ahora se desplazan a Nuakchot para ayudar allí.
Se trata de tres médicos del hospital Ramón y Cajal de Madrid, una enfermera del Hospital Universitario 12 de Octubre, también de Madrid, y un enfermero de la Gerencia de Urgencias y Emergencias 061 de la Región de Murcia.
El cargamento de material sanitario incluye diez respiradores y medicamentos.
La idea del equipo médico, que estará en Nuakchot una semana, es formar a los facultativos de allí en protocolos y técnicas de ventilación mecánica no invasiva, y enseñarles en el triaje y manejo de enfermos.
El presidente mauritano, Mohamed Ould Ghazouani, en su calidad de presidencia de turno del G5 Sahel, ha invitado a los Jefes de Estado y de Gobierno de los países del G-5 Sahel, formado por Mauritania, Níger, Burkina Faso, Mali y Chad, y a algunos líderes europeos (Francia, Alemania, Italia y España) para participar en esta cumbre.
Sánchez y Macron serán los únicos líderes europeos que se desplacen a Mauritania. También participarán el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, la secretaria general de la Organización Internacional de la Francofonía, Louise Mushikiwabo y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Sánchez viaja acompañado por la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya.
La coalición que conforman los países del Sahel nació con propósitos antiterroristas pero arrastra desde su nacimiento problemas de financiación que se han agravado con la pandemia del coronavirus, que ha tenido efectos devastadores en las economías de una de las regiones más pobres del mundo.
La idea es que la coalición recoja todas las iniciativas internacionales de apoyo al Sahel para hacerlas más efectivas, en torno a cuatro pilares: la lucha antiterrorista, el refuerzo de los ejércitos nacionales, la ayuda al desarrollo y el despliegue del Estado allí donde no llega, en el caso de Mali.
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