La ofensiva talibán no va a suponer de momento un «cambio» ni una «amenaza internacional» pero, desde el punto de vista interno, la situación en Afganistán va a ser muy diferente, sobre todo para las mujeres y las niñas que se quedarán «en una situación dificilísima».
Así lo ha asegurado a Efe Enrique Ayala, experto en política internacional y analista de la Fundación Alternativas, después de la retirada de las tropas internacionales de Afganistán lo que ha llevado a los insurgentes al poder veinte años después.
En su opinión, «los talibanes son yihadistas radicales» y actuarán «con una crueldad y una dureza enormes» porque van a implantar la ley islámica «en su versión más rígida», y eso va a afectar a la población, sobre todo a las mujeres de las ciudades, que están más «occidentalizadas y acostumbradas a otro tipo de vida».
«Las niñas son las grandes perjudicadas en todo este asunto», ha sentenciado Ayala, quien ha expresado su preocupación también por las mujeres que ocupan puestos de responsabilidad y tienen una vida libre porque «se van a encontrar con que estos animales van a volver a obligarlas a ponerse el burka».
En cuanto a la posible amenaza internacional que puede representar la situación en Afganistán, el analista de la Fundación Alternativas ha señalado que no cree que «sean tan insensatos» como para volver a «apoyar el terrorismo» fuera de sus fronteras.
«Lo van a tratar de evitar porque ya saben que les puede pasar lo mismo que les pasó, que les echen», ha recordado en alusión a lo que les ocurrió con su apoyo a Al Qaeda.
Ayala ha afirmado que ha sido una «sorpresa» para el Pentágono y para las fuerzas de Estados Unidos que «el ejército afgano se derrumbara y fuera incapaz de contener la ofensiva talibana ni siquiera durante un mes», por eso la salida se ha precipitado y se ha hecho «de una manera tan caótica».
Sobre la reunión de ministros europeos de Asuntos Exteriores, que se celebrará mañana, ha dicho que es «una partida que está perdida» porque los talibanes tienen Kabul, el Gobierno, y la fuerza internacional se retira.
«Ahí hay poco que hacer ya. Yo creo que lo único que se puede hacer es demostrar firmeza internacional», ha comentado.
De este modo, cree que se puede advertir «claramente» a los talibanes de que cualquier apoyo que presten en el futuro a grupos o personas que ejerzan el terrorismo va a suponer «un ataque y una expulsión de ellos del poder como se hizo en el 2001».
Como una opción, que puede tener un carácter positivo, ha citado el «condicionar» la ayuda económica a determinados derechos o a hacer inversiones dirigidas a las mujeres, advirtiéndoles de que si no se hacen así, no recibirán ese dinero.
Si no se consigue desde el punto de vista económico y político «presionar» para que sus derechos sean respetados, es posible que se vuelva a las sanciones políticas y a los ataques al régimen, ha opinado.
Finalmente, ha mencionado otro grave problema a temer, el de los refugiados, porque este conflicto puede suponer una «enorme riada» como pasó con Siria; «ahora habrá muchos más, sobre todo mujeres», ha apostillado.
El experto ha expresado su pesimismo en cuanto a una posible solución porque «no ha habido ningún país en el mundo que haya sido capaz de ocupar Afganistán», donde el 75 por ciento del territorio es montañoso, con tribus que tienen «enorme fiereza» y siete etnias.
«Es imposible, es un país dificilísimo de controlar», ha concluido.
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