Tel Aviv ha sido nombrada como la ciudad más cara del mundo para vivir, ya que la inflación vertiginosa y los problemas de la cadena de suministro hacen subir los precios a nivel mundial.
La ciudad israelí ocupó el primer lugar por primera vez en una encuesta de la Economist Intelligence Unit (EIU), subiendo desde el quinto lugar el año pasado y empujando a París al segundo lugar junto con Singapur.
Damasco, en Siria devastada por la guerra, mantuvo su lugar como el más barato del mundo.
La encuesta compara el coste en dólares estadounidenses de bienes y servicios en 173 ciudades.
La EIU confirmó que los datos que recopiló en agosto y septiembre mostraron que, en promedio, los precios subieron un 3,5% en términos de moneda local, la tasa de inflación más rápida registrada en los últimos cinco años.
La encuesta encontró que Tel Aviv era la segunda ciudad más cara para el alcohol y el transporte, la quinta para los artículos de cuidado personal y la sexta para la recreación.
El año pasado, París, Zúrich y Hong Kong compartieron el primer lugar conjunto. Zúrich y Hong Kong ocuparon el cuarto y quinto lugar este año, seguidos de Nueva York, Ginebra, Copenhague, Los Ángeles y Osaka.
Las ciudades más baratas se encuentran principalmente en Oriente Medio y África. Pero Teherán subió más en la clasificación, pasando del puesto 79 al 29, ya que las sanciones económicas de Estados Unidos restablecidas hace tres años continuaron causando escasez de bienes y aumento de los precios de importación en Irán.
Roma experimentó la mayor caída en la clasificación, pasando del lugar 32 al 48, después de fuertes caídas en los precios locales de comestibles y ropa.
La EIU defendió que las clasificaciones seguían siendo sensibles a los cambios provocados por la pandemia de coronavirus.
Aunque la mayoría de las economías ahora se están recuperando a medida que se implementan las vacunas Covid-19, las principales ciudades del mundo todavía experimentan frecuentes aumentos de casos, lo que genera nuevas restricciones sociales. En muchas ciudades, esto ha interrumpido el suministro de bienes, lo que ha provocado escasez y precios más altos. «
Añadió: «La demanda fluctuante de los consumidores también ha influido en los hábitos de compra, mientras que la confianza de los inversores ha afectado a las monedas, impulsando aún más las subidas de precios».
La EIU declaró que esperaba que los aumentos de precios se moderaran durante el próximo año, ya que los bancos centrales aumentaron cautelosamente las tasas de interés para contener la inflación.
De entre las ciudades españolas, la primera que aparece en el listado es Madrid, que figura en el número 26.
Francisco García