Rusia ha bombardeado un teatro en Mariupol con más de 1.200 refugiados dentro, aunque se desconocen las víctimas, a pesar de que un gran mensaje de advertencia, sobre la presencia de niños era visible desde el cielo y el edificio ha quedado completamente destruido.
Las informaciones del Gobierno de Ucrania dicen que las personas que allí había han sobrevivido, pero aún se desconocen si ha habido muertos o heridos y que estarían trabajando para intentar sacar a la gente que se encontraba allí dentro.
El alcalde de la ciudad de Mykolaiv, en el sur de Ucrania, condenó el ataque ruso y lo calificó como una barbarie. Por su parte, Rusia niega haber atacado a civiles y dice que no lanzó el ataque
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, acusó a Moscú de bombardear intencionalmente el teatro, donde cientos de personas se escondían de los bombardeos, donde esta mañana ha tenido que negar que hubiese publicado un video alentando a las tropas de su país la rendición.
Las bombas rusas continúan cayendo sobre la población civil en Ucrania, según el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
En una publicación de Facebook, afirman que las operaciones militares «infructuosas» de Rusia en el terreno, significan que se está enfocando en la batalla en el aire, apuntando a la infraestructura y áreas densamente pobladas de las ciudades ucranianas.
El Kremlin ha dicho que los negociadores de Rusia están poniendo toda su energía en las conversaciones para llegar a un posible acuerdo de paz con Ucrania. Su portavoz, Dmitry Peskov, criticó la inacción por parte de la delegación de Kiev y dijo que «no vemos un interés similar por parte de Ucrania».
Agregó que si bien los elementos de un posible acuerdo de paz de 15 puntos revelados por el Financial Times el miércoles «están en la agenda», en general el informe no es del todo correcto.
Peskov también atacó el fallo de la Corte Internacional de Justicia, que ordenó a Rusia que detuviera su invasión de Ucrania. Defendió que el tribunal no había visto ninguna evidencia que respaldara la justificación del Kremlin para la guerra y que Ucrania estaba cometiendo un genocidio contra los rusoparlantes en el este del país.
Hoy mismo uno de los oligarcas rusos y dueño de Supermercados Día, Mikhail Fridman ha manifestado que las sanciones no disuadirán a Vladimir Putin de continuar con su invasión de Ucrania, y advirtió a Occidente que no comprende cómo funciona el poder en Moscú.