Alemania y Austria ya han dado los primeros pasos hacia el racionamiento de gas, puesto que hace unos días Rusia había exigido a los países «enemigos» que pagaran su gas en rublos desde hoy, pero la UE que lo abona principalmente en euros, rechazó esa imposición.
Posteriormente, Moscú pareció suavizar su postura y dijo el miércoles que los pagos en rublos se introducirían gradualmente.
Berlín instó a los consumidores y las empresas a reducir el consumo en previsión de una posible escasez, mientras que Viena confirmó que estaba reforzando el control del mercado del gas.
Alemania obtiene aproximadamente la mitad de su gas y un tercio de su petróleo de Rusia y ha advertido que podría enfrentar una recesión si los suministros se detienen repentinamente.
Austria por su parte depende enormemente del combustible ruso, ya que el país obtiene alrededor del 80% de sus necesidades de dicho país, y la oficina del canciller austriaco Karl Nehammer aclaró que medidas como el racionamiento de gas provocarían una «crisis inmediata».
Europa, que en total importa alrededor del 40% de su gas de Rusia y paga principalmente en euros, defiende que el gigante del gas controlado por el estado de Rusia, Gazprom, no puede exigir volver a firmar nuevos contratos en rublos.
Pero Vyacheslav Volodin, presidente de la cámara baja del parlamento ruso, afirmó: «Los políticos europeos deben dejar de encontrar alguna justificación sobre por qué no pueden pagar en rublos, si quieres gasolina, páganos en nuestra moneda».
El Kremlin también declaró que podría comenzar a exigir el pago en rublos por otros productos básicos como fertilizantes, granos, metales y madera.