La gran pregunta que se hacen los analistas es saber que pasará en la guerra de Ucrania el próximo 9 de mayo, fecha clave en el calendario de Putin, ya que se celebra el Día de la Victoria, donde se conmemora en Rusia el triunfo sobre la Alemania Nazi durante la II Guerra Mundial. El Kremlin si empre ha defendido, que su intervención en suelo ucraniano se trataría de una «operación especial». Sin embargo, funcionarios y analistas occidentales creen que eso podría cambiar el 9 de mayo, un día simbólico para Rusia, con una declaración formal de guerra que facilitará el camino para que Putin intensifique su campaña.
Las opciones que existen sobre la mesa son varias y los analistas no se ponen de acuerdo en la decisión que tomará Moscú. En el día de ayer, el Papa Francisco develó en una entrevista a ‘Il Corriere della Sera‘ que el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, le contó el pasado 21 de abril durante su reunión en el Vaticano que “los rusos tienen un plan, que acabará la guerra el 9 de mayo”. “Espero que sea así, para que se pueda entender también la velocidad de la escalada de estos días. Soy pesimista, pero debemos hacer todos los gestos posibles para detener la guerra”, aclaró.
Dentro de las posibilidades que se presentan están las siguientes:
–Llegar a un acuerdo de paz con Ucrania, intentando anexionarse como propias las zonas del Donetsk y Lugansk, presentando así a la población rusa como que ha liberado a los ciudadanos del «yugo ucraniano» aunque es díficil que Kiev aceptase estas condiciones, algo que parece improbable debido a dureza de la confrontación y los sentimientos de venganza entre ambos bandos.
– Declarar oficialmente la guerra a su vecino con lo que permitiría llamar a filas a los reservistas, ya que actualmente sólo hay 150.000 hombres luchando por hacerse con este país, algo que resulta muy complicado debido a la extensión de Ucrania, con más de 600 ml kilómetros cuadrados y la resistencia que está llevando a cabo. Aunque esto tiene sus contras, puesto que los ciudadanos rusos podrían no estar de acuerdo que podría llevar a la muerte a miles de jóvenes en el frente.
– Abandonar la invasión en vista de que no está yendo como se había previsto, debido a las bajas de soldados, los efectos negativos que está provocando en su economía debido a las sanciones del mundo occidental para ahogar los ingresos del Kremlin. Esta opción está casi totalmente descartada, debido a que sería reconocer la rendición, el fracaso de la invasión y el final de Putin en su Gobierno..
–Continuar la ofensiva como hasta ahora, donde las tropas rusas se están centrando en la zona este de Ucrania y en la zona sur, con el fin de cortar el acceso al mar de Azov y tener un corredor hasta Moldavia, aunque el avance es más lento de lo que se anticipaba.
– Por último, emplear armas nucleares, ya fuesen tácticas, de pequeño alcance y concretadas en una zona delimitada, o bien estratégicas, de mucho más alcance con el fin de hacer hincar la rodilla al Gobierno de Ucrania. Esta probabilidad aunque es baja, no está desechada, ya que supondría un golpe encima de la mesa y el temor del mundo a una Tercera Guerra Mundial. Hace unos días, el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, amenazó al mundo con recurrir a este tipo de armamento si la seguridad de Rusia se viese amenazada.
