Alejandro Toledo está consiguiendo que su extradición al Perú, para enfrentar a la justicia que lo investiga por recibir más de US$30 millones ilícitos de Odebrecht, se dilate. Pero las maniobras legales de su defensa en Estados Unidos no han impedido que el exmandatario afronte el proceso en una prisión desde hace cinco meses.
Lo último que ha conseguido el abogado Graham Archer en favor del exjefe de Estado es que la audiencia en la que el juez de California Vince Chhiabra evaluará su estado de salud mental, y que había sido convocada para hoy, se postergue para el 5 de febrero del próximo año.
Esa diligencia se realizará cinco días después de la audiencia en la que otro juez, el magistrado Thomas Hixson, decidirá si el exmandatario seguirá contando con abogado de oficio.
En otras palabras, Toledo pasará la Navidad y recibirá el Año Nuevo 2020 tras las rejas, aunque lejos del Perú.
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