Quito. Manifestantes encapuchados prendieron fuego y saquearon el sábado el edificio de la Contraloría, en el norte de Quito, en medio de violentas protestas que completan 11 días contra ajustes económicos pactados por el gobierno de Ecuador con el FMI, según observó un fotógrafo de la AFP.
Las fuentes precisaron que el edificio fue asaltado por encapuchados que arrojaron sillas y documentos desde las oficinas de la Contraloría para ser quemados posteriormente, y colgaron en redes videos aparentemente del suceso que se registró antes del mediodía en el contexto de intensos disturbios que registra la capital.
Otros clips colgados por medios sobre el mismo suceso muestran la fachada del inmueble rodeado por una densa nube de humo, lo que podría indicar que los asaltantes habrían intentado quemar el edificio.
La Policía de Ecuador y el movimiento indígena que protesta por la eliminación de los subsidios a los combustibles volvieron a enfrentarse desde primera hora tras los duros episodios de la víspera, que dejó nuevos heridos y el centro de la ciudad bloqueado.
A esto se suma que la capital ecuatoriana registra varios cortes de las principales vías de acceso desde diferentes puntos, e interrupción en el suministro de agua, según indicaron instituciones oficiales.
Los disturbios se concentraron esta vez en torno al parque El Arbolito, el espacio público tomado por los miles de miembros de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) llegados a la capital en los últimos días.
Allí hubo nuevos heridos, según pudo constatar Efe, que se suman a los más de 850 que la Defensoría del Pueblo tiene registrados desde que comenzaron las protestas el 3 de octubre, que ya se han cobrado al menos cuatro vidas, mientras que las detenciones superan el millar, aunque el número varía tras quedar en libertad muchos de los aprehendidos tras pasar por la unidad de Flagrancia.
Pese a que el Ministerio del Interior afirma que son cuatro los muertos, la Defensoría del Pueblo cuenta cinco.
La Contraloría fue objeto de otro asalto en la madrugada del martes, que fue denunciada por el contralor en funciones, Pablo Celi, y en el que los agresores provocaron destrozos con la supuesta intención de apropiarse de documentos.
Tras ese suceso, la Fiscalía y el Consejo de la Judicatura anunciaron que suspendían actividades, medida que precedió al reforzamiento de la seguridad en torno a los edificios e instituciones públicas al que se sumó el decreto de toque de queda entre las 08.00 de la tarde y las 05.00 de la mañana.
Estaba previsto que el pasado martes tuviera lugar una audiencia preparatoria de juicio en el denominado caso “Sobornos 2012-2016” en la Corte Nacional de Justicia.
La vista, que ha sido aplazada debido a la situación de inseguridad, iba a dilucidar si finalmente Rafael Correa, el exvicepresidente Jorge Glas, y más de una veintena de procesados, se sentarán en el banquillo de los acusados por haber participado presuntamente en una trama por la que se adjudicaron obras públicas a cambio de sobornos.
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