Cuando el destino se empeñó en que estén separados en el momento futbolístico más importante del país, él lo tuvo presente. Cuando le tocó festejar, lloró y pidió su camiseta para demostrarle cuánta falta le hacía. A su regreso se dieron un fuerte abrazo, donde uno le dijo al otro: “¡Gracias, hermano!”.
Nacieron de vientres diferentes, no hay ningún parentesco que los una, pero sí una pasión, el fútbol. Paolo Guerrero y Jefferson Farfán, quienes nacieron en Chorrillos y Villa El Salvador, han formado una amistad que traspasó fronteras, que comenzó en aquella categoría de 1984 defendiendo la camiseta de la cual son hinchas como Alianza Lima e iniciando un camino lleno de éxitos que se pudo coronar si ambos hubieran estado presentes en ese duelo ante Nueva Zelanda y festejar juntos la clasificación al Mundial Rusia 2018.
El fútbol da revanchas y ayer en el mítico Maracaná se la cobraron, anotando dos goles en el triunfo 3-1 ante Bolivia, generando que la selección peruana esté al borde de clasificar a la siguiente fase de la Copa América Brasil 2019, cuando en un inicio parecía que todo estaba perdido.
El gran susto llegó a los 23’ del primer tiempo cuando Fernando Saucedo remató y el balón choca en las manos del defensa peruano Carlos Zambrano. Nuevamente el VAR, igual como sucedió ante Venezuela, se hizo presente para hacer sufrir a todo el país. Luego de esperar por tres minutos que se hicieron eternos, el árbitro Roddy Zambrano cobró penal, el cual lo convirtió Marcelo Martins. Todo era silencio.
El equipo de Ricardo Gareca buscó reacción, pero no tenía las ideas claras, las asociaciones no funcionaban. Sin embargo a poco de finalizar la primera mitad, Christian Cueva da un gran pase, una habilitación casi de ‘pichanga’, que permite a Paolo Guerrero dejar en el camino al arquero Carlos Lampe y sellar el empate. El ‘Depredador’ anotó su tanto 12 en Copa América e ingresó al top de los goleadores históricos del torneo. Es el segundo peruano en conseguirlo tras Lolo Fernández (15).
Hubo reacción
En el segundo tiempo, Perú fue otro. Buscó adelantarse en el marcador y lo logró a los 10’. Centro de Guerrero para que su amigo del alma Farfán se eleve como un ave para conectar el balón con un cabezazo y anotar el 2-1. Minutos después, la bicolor pudo ampliar el score, pero el guardameta Lampe lo impidió en diversas ocasiones. El rival también pudo empatar, pero por fortuna no estuvieron finos en la definición. Siempre nos tenemos que asustar.
Cuando solo se esperaba escuchar el pitazo final, un contragolpe de Perú terminó en los pies del recién ingresado Edison Flores, quien definió con categoría para desatar la locura en el equipo de todos, sobre todo para observar a esos dos amigos abrazarse y decirse, una vez más, somos hermanos.
Estrella Digital