La guerra de Ucrania ha entrado en una nueva fase en la que Rusia está concentra?ndo sus esfuerzos para lanzar una gran ofensiva en la zona del Dombás, en el este del país, a la que los ucranianos podrían responder con más radares antifuego, que calculan desde dónde se está disparando, y más drones «suicidas», entre otro armamento.
La nueva estrategia de Rusia será similar a la que utilizó en la segunda guerra de Chechenia: ir batiendo el terreno y arrasando, con lo que se evita el contacto directo para minimizar las bajas propias, señala el teniente general del Ejército del Aire Juan Antonio del Castillo, que analiza con Efe cuáles son las armas rusas y cómo Ucrania las está contrarrestando.
LAS ARMAS DE RUSIA
Los misiles balísticos Iskander han liderado los ataques rusos en Ucrania. Pueden alcanzar objetivos a 500 kilómetros de distancia y han destruido casas, hospitales y escuelas en muchas ciudades ucranianas.
El misil de crucero Kalibr de ataque terrestre, con un alcance estimado de 1.500 a 2.500 kilómetros, se ha convertido también en un pilar en las capacidades de ataque terrestre del ejército ruso. Aunque no hay datos sobre su precisión, se estima que puede ser alrededor de 7-8 metros, señala el teniente general Del Castillo, secretario general de la Asociación Atlántica Española.
Los misiles hipersónicos Kinzhal tienen un alcance de 2.000 kilómetros, según Rusia. Además de tener una velocidad más de cinco veces la del sonido, en la fase de aproximación al objetivo puede hacer maniobras de tal forma que dificulte ser interceptado con un misil tierra?-aire, asegura.
Uno de los múltiples sistemas de cohetes de lanzamiento utilizados por Rusia es el BM-21. Un batallón de 18 cohetes puede lanzar 720 en una sola andanada. No están guiados y tienen menor precisión que la artillería típica, por lo que no pueden usarse en situaciones que requieren una precisión milimétrica.
Parece que Rusia ha utilizado también bombas de fósforo para marcar objetivos enemigos y producir una cortina de humo con el objetivo de ocultar los movimientos de sus tropas, al igual que bombas termobáricas.
Estas últimas son unas de las armas de guerra mas brutales que existen, ya que están llenas de explosivos y mezclas químicas, lo que provoca ondas expansivas supersónicas que pueden destruir todo a su paso.
Ucrania ha publicado vídeos que muestran que estas bombas han destruido estructuras clave en sus ciudades.
Rusia no ha firmado la Convención sobre Municiones en Racimo y ha sido acusada de usarlas en este conflicto. Estas bombas dispersan pequeñas bombetas sobre un área amplia, lo que puede provocar un número significativo de víctimas.
CARROS DE COMBATE VULNERABLES
Hasta ahora no se ?conoce que se ha?ya llegado a producir un enfrentamiento tanque contra tanque.
Los carros de combate rusos han demostrado ser muy vulnerables en el sistema que han utilizado de avanzar en fila india, porque, una vez inmovilizada la cabecera, toda la columna se queda parada, en una especie de embotellamiento similar al de las carreteras cuando ocurre un accidente, explica el teniente general.
Además, a Rusia le ha fallado también la logística, se ha quedado sin combustible, sin piezas de repuesto e, incluso, sin comida para el personal de los blindados.
LAS ARMAS DE UCRANIA
Ucrania dispone de sistemas de artillería terrestre y lanzacohetes múltiples similares a los de Rusia. Con esto, más los misiles anticarro y tierra-aire, así como los drones, han dado la «gran batalla» a los rusos.
Así, los misiles anticarro: Javelin y Nex Generation Light anti-tank Weapon (NLAW). De los primeros, Estados Unidos le ha dado 2.600 y otros 2.000 están en camino. El misil se guía solo hacia el objetivo después del lanzamiento, lo que permite al artillero ponerse a cubierto para evitar el contraataque o cargar uno nuevo. Es efectivo a distancias entre 75 y 4.750 metros.
El NLAW es muy ligero, unos 12 kilos, se lleva en el hombro y puede ser usado por una sola persona. Ucrania cuenta con unos 4.200.
Son una de las razones por las que Rusia todavía no tiene superioridad aérea sobre Ucrania, según los expertos, es la utilización de misiles tierra-aire Stinger, de los que Estados Unidos le ha proporcionado casi 1.500.
Pueden batir a los cazas cuando ?operan a baja altura para intentar lanzar con precisión las bombas de caída libre, las conocidas como «bombas tontas».
Otra de las armas usadas por los ucranianos contra los rusos es el dron Bayrakar TB2 de fabricación turca que puede permanecer en el aire durante 27 horas.
MÁS MISILES, RADARES Y DRONES
La gran duda es cómo va a ser la nueva ofensiva y qué se puede hacer. Está claro que Occidente seguirá apoyando a Ucrania, y eso significa darle más misiles contra aeronaves Stinger, más misiles contra carro Javelin y NLAW y drones, especialmente los «kamikaze». «Éstos ya, a toda velocidad», asegura el teniente general Del Castillo.
Se trata del Switchblade 300, un vehículo aéreo no tripulado, un «merodeador» ideal para usar contra objetivos más allá de la línea de visión.
Portátil y de despliegue rápido desde plataformas aéreas, marítimas o terrestres, este dron «suicida» ofrece una mayor letalidad con coordenadas GPS en tiempo real y dispone de vídeo para una orientación precisa con bajos efectos colaterales.
Desde el comienzo de la guerra Estados Unidos ha entrenado a un pequeño número de soldados ucranianos en su manejo.
Otra propuesta del mundo occidental es dotar a las tropas ucranianas de más radares contrafuego, aquellos que detectan desde donde se está disparando, dónde está el lanzacohetes.
El teniente general Del Castillo advierte de que «aún no se han puesto las cartas boca arriba» sobre si el nuevo plan de Rusia incluye a Odesa, el puerto por donde sale el 80 % del comercio ucraniano.
En ese caso se estaría pensando en proporcionar a los ucranianos unos misiles noruegos «muy buenos» con los que impedir a los buques rusos apoyar desde el mar una eventual operación terrestre que se acercase a Odesa, explica este militar.