Ucrania ha alertado que la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, está dañada por los cohetes rusos, con el riesgo de un posible escape radioactivo.
Enerhoatom (organismo de seguridad nuclear ucraniano) ha informado que una unidad de nitrógeno-oxígeno y una línea eléctrica de alto voltaje en la planta están afectadas.
Al parecer existe un riesgo de fuga de hidrógeno y dispersión de partículas radiactivas.
Funcionarios locales designados por Rusia culparon a Ucrania por haber bombardeado hace meses.
A su vez Kiev también acusa a las fuerzas rusas de disparar cohetes contra áreas civiles desde la central empleando «tácticas terroristas«.
Rusia controla la planta desde la invasión y las áreas circundantes, cerca del territorio controlado por Ucrania. Consta de seis reactores de agua a presión y almacena residuos radiactivos.
Está situada en la ciudad de Enerhodar, en el sureste del país, a lo largo de la margen izquierda del río Dnieper.
No está claro cuántas líneas eléctricas todavía funcionan en la planta, y las afirmaciones contradictorias no se han podido verificar de forma independiente.
El jefe de la agencia nuclear de la ONU, Rafael Grossi, advirtió esta semana que la planta estaba «completamente fuera de control«.
Cualquier accidente en la central eléctrica podría tener consecuencias catastróficas.
El organismo de control nuclear de la ONU ha advertido varias veces sobre las difíciles condiciones para el personal que trabaja en la planta de energía y quiere acceso para inspeccionar el sitio.