Agentes del FBI han registrado la casa del expresidente Donald Trump, concretamente su mansión de Mar-a-Lago en el estado de Florida.
La noticia se ha conocido por un comunicado realizado por el propio Trump, denunciando que habían abierto su caja fuerte. Al parecer los oficiales estarían buscando documentos que podría haberse llevado el líder republicano, antes de abandonar la Casa Blanca.
La respuesta sobre la operación no se ha hecho esperar y lo ha calificado como «tiempos oscuros para nuestra nación. Nada como esto le había sucedido antes a un presidente de los Estados Unidos».
Desde la oficina del FBI no han querido realizar ningún comentario al respecto.
Los presidentes estadounidenses están obligados por la Ley de Registros Presidenciales (PRA) a transferir todas sus cartas, documentos de trabajo y correos electrónicos a los Archivos Nacionales (NA), cuando abandonan la presidencia de los Estados Unidos.
También existen otras leyes federales sobre el manejo de documentos clasificados.
En febrero, la oficina de Archivos Nacionales aseguró que habían recuperado 15 cajas de papeles de Mar-a-Lago, que Trump debería haber entregado cuando perdió las elecciones.
Posteriormente, la agencia confirmó al Congreso que lo incautado incluían «elementos marcados como información clasificada de seguridad nacional«.
La abogada de Trump, Christina Bobb, declaró a NBC News, que se habían llevado algunos documentos durante la operación.
La polémica escalada investigación policial, se produce cuando el republicano se prepara para una posible candidatura presidencial en 2024.
La noticia ha provocado la movilización de algunos de sus partidarios. Un grupo de seguidores, se reunió a las afueras de Mar-a-Lago para ondear banderas y expresar su enfado.
El líder de la minoría republicana de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, dijo: «Ya he visto suficiente. El Departamento de Justicia ha llegado a un estado intolerable de politización armada«.
El expresidente estaba en la Torre Trump en la ciudad de Nueva York en el momento de la redada policial.
Un alto funcionario de la Casa Blanca trasladó a la CBS, que la administración del presidente Joe Biden desconocía previamente la operación del FBI.
La orden de registro fue firmada por un juez, ello no implica que se presenten cargos penales contra él, pero complica mucho la posibilidad de que pueda volver a presentarse a las elecciones presidenciales en 2024.