La misión de investigación de la ONU visitaba Ucrania en junio para recoger pruebas acerca de lo que ahora se ha confirmado: Rusia ha cometido crímenes de guerra en sus zonas ocupadas durante la invasión. El presidente de la comisión, Erik Mose, destacaba en su comparecencia ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas el modo en que les ha impactado “el gran número de ejecuciones perpetradas en las áreas que visitamos”. Además, el experto independiente de origen noruego indicaba que la misión está investigando este tipo de asesinatos en 16 localidades ucranianas, pero que se han recibido denuncias creíbles de crímenes de este tipo en muchos otros lugares.
Muchos de estos asesinatos se perpetraron, según ha destacado Mose, en personas previamente detenidas. La investigación revela que muchos de los fallecidos presentaban las manos atadas a la espalda, heridas en la cabeza y cortes en la garganta, indicios que demuestran que se trató de ejecuciones sumarias.
El presidente de la comisión también denunció que soldados rusos han cometido violencia sexual hacia víctimas “de entre 4 y 82 años”, y que en algunos casos sus familiares fueron forzados a mirar cómo esas personas eran maltratadas o torturadas. El presidente de la misión de investigación de la ONU también hacía referencia a cómo algunos testigos afirman haber sido sometidos a palizas, descargas eléctricas y desnudez forzada, en algunos casos después de ser llevados desde Ucrania a territorio ruso.
Crímenes de guerra: más de 6.000 civiles muertos desde el inicio de la guerra
Erik Mose ha denunciado asimismo el uso reiterado de artefactos explosivos en zonas no militares. Estos bombardeos han afectado a zonas residenciales, escuelas y hospitales entre otras infraestructuras. Según la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el empleo de estos materiales explosivos ha causado la muerte de unos 6.000 civiles en siete meses de conflicto. El experto noruego afirmada que una parte de los ataques que se han investigado “fueron lanzados sin distinción entre civiles y combatientes”.
Estas conclusiones, la de la confirmación de crímenes de guerra por parte de Rusia en Ucrania, son las primeras que comunica la misión desde su creación por parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en marzo. Una misión formada, además de por el noruego Erik Mose, por el colombiano Pablo de Greiff y la bosnia Jasminka Dzumhur, y que cubre especialmente los actos perpetrados en febrero y marzo, en las zonas próximas a Kiev, Chernihov, Járkov y Sumi.
Nada hace pensar que serán las últimas denuncias por parte de Naciones Unidas, ya que recientemente se han descubierto nuevas fosas comunes, algo que en palabras de Mose “ilustra la gravedad de la situación”. Además, ha señalado que las autoridades ucranianas colaboraron con ellos en las investigaciones, pero que no ha habido ninguna colaboración por parte de Rusia.