El ministro de exteriores ruso, Sergey Lavrov, ha afirmado que la situación actual en relación a la guerra de Ucrania, se parece mucho a la que se vivió con la crisis de los misiles de Cuba en 1962. En ese momento estuvo a punto de producirse un conflicto nuclear entre Rusia y Estados Unidos, pero afortunadamente la vía diplomática se impuso.
En palabras del ministro: «Tanto en 1962 como ahora estamos hablando de claras amenazas. Hoy esos misiles balísticos de medio alcance están más cerca de nuestro territorio, actualmente ubicados en Turquía», aseguró Lavrov.
A su entender, la diferencia es que aquel año, el líder soviético Nikita Khrushchev y el presidente estadounidense John Kennedy, encontraron la fuerza para mostrar responsabilidad y sabiduría. Mientras que ahora desde Washington y las naciones que lo apoyan no tienen esa disposición, señala el ministro ruso.
Moscú acusa a Washington del fracaso de las negociaciones
El representante de exteriores afirma que la oportunidad de negociación que se presentó a fines de marzo en la reunión de Estambul, entre las delegaciones rusas y ucranianas se frustraron por «órdenes directas de Washington”.
Defiende que su país siempre está dispuesto a escuchar a sus colegas occidentales si se ofrecen a organizar un acuerdo. Todo ello con el fin de encontrar la distensión, teniendo en cuenta los intereses de Moscú, recalca Lavrov.
Las tensiones en las últimas horas se han incrementado tras producirse el ataque a la flota rusa del Mar Negro, por parte de drones ucranianos ayer sábado. Este hecho ha generado que desde el Kremlin hayan suspendido el acuerdo para permitir que barcos cargados de cereales, puedan exportarse a los países más necesitados.
Ha acusado además a los «especialistas» de la marina británica a coordinar lo que llamó un «ataque terrorista». Según el Kremlin, gracias a la ayuda prestada por expertos ingleses a las tropas ucranianas, se pudo perpetrar el ataque sobre barcos rusos, una afirmación que Gran Bretaña ha negado.