El 9 de mayo se celebra el Día de la Victoria en Rusia, en homenaje a los héroes y caídos soviéticos por luchar contra el fascismo en la Segunda Guerra Mundial y para celebrar la victoria de la Unión Soviética frente a la Alemania nazi. Un día que Putin aprovecha para mostrar su poderío militar y realizar un discurso nacionalista, algo especialmente importante al estar todavía presente la invasión contra Ucrania. Este acto tiene lugar en la Plaza Roja de Moscú.
Aunque el discurso de Putin ha sido corto, igualmente ha tocado diferentes temas; esos temas son la guerra contra Ucrania, la memoria de los soviéticos que lucharon contra el nazismo y críticas contra Occidente. «La civilización se encuentra en un momento crucial contra nuestra patria. De nuevo se desencadena una auténtica guerra, pero nosotros hemos combatido el terrorismo internacional y también defenderemos a los habitantes del Donbás y garantizaremos nuestra seguridad», así ha empezado su discurso el presidente de Rusia.
Cabe mencionar que, en comparación con otros años, esta vez el Día de la Victoria no ha habido acompañado de tanto armamento militar. Ni siquiera ha contado con una demostración aérea. También han adoptado mayores medidas de seguridad por miedo a posibles sabotajes. De hecho, ni siquiera los ciudadanos han podido acceder a la zona.
Esta sería la segunda vez que se celebra el Día de la Victoria durante la invasión de Ucrania.
Putin contra Occidente
Putin ha centrado parte de su discurso en criticar a Occidente acusándoles de ser una amenaza: «Cualquier ideología de superioridad es repugnante por su naturaleza. Sin embargo, los globalistas elitistas de Occidente hablan de su exclusividad, intentan enfrentar a la sociedad y provocan golpes de Estado. Siempre con su rusofobia y su nacionalismo agresivo».
Además, el presidente de Rusia considera que Occidente se ha olvidado del papel que tuvo la URSS contra el fascismo y de quienes «dieron su vida para liberar a Europa». Y añade que «en muchos países destruyen los monumentos a los soldados rusos y grandes héroes militares».
«Todos los pueblos de la Unión Soviética aportaron su sangre en aquella victoria. Nosotros inclinamos la cabeza ante la memoria, de todos aquellos que murieron en la guerra. Nosotros no acordamos de los hijos, madres, abuelos, esposas, maridos y aquellos héroes.» Tras estas palabras, Putin pidió un minuto de silencio en memoria de todos ellos.
Advierte que desde Occidente «están preparando una nueva cruzada contra Rusia». Y continúa el discurso diciendo que se ha reunido «a los supervivientes del fascismo y quieren destrozar nuestro país, desintegrarlo, borrar los resultados de la Segunda Guerra Mundial, destruir el sistema de seguridad del derecho internacional, ahogar los centros de desarrollo.»
Por otro lado, acusa a Occidente de lo que está ocurriendo en Ucrania: «Sus ambiciones, su soberbia, se transforma en tragedia, y esa es la razón de la catástrofe que sufre el pueblo ucraniano. El pueblo ucraniano es rehén de un golpe de Estado y de un régimen delictivo.»
Un discurso nacionalista bélico basado en la defensa del país
El presidente de Rusia ha mostrado su orgullo por el Ejército, ya que de ellos «depende la defensa de nuestro país. Vosotros estáis defendiendo nuestros valores».
En cierta manera, compara la labor bélica que el Ejército ruso está ejerciendo actualmente en la invasión de Ucrania con la lucha contra la Alemania nazi: «un saludo a todos aquellos que luchan por Rusia en el campo de batalla, a los que están ahora cumpliendo con su deber de nuestros antepasados durante la Gran Guerra Patria. Han demostrado que no hay nada más fuerte que nuestra unidad y nuestro amor por nuestra patria, por nuestra victoria». Después de estas palabras, sonó el himno nacional de Rusia.