El viernes ha sido testigo de la sorprendente dimisión de Hartwig Fischer, director del Museo Británico, quien ha admitido negligencias en la investigación sobre el paradero de valioso patrimonio robado a la institución. Estas pesquisas, lamentablemente, no han culminado con el resultado esperado, lo que llevó a Fischer a tomar esta decisión.
En 2021, Fischer asumió el compromiso de rastrear una serie de artículos sustraídos del museo, los cuales comenzaron a aparecer en plataformas de venta en línea. Entre estos objetos se encontraban numerosas joyas de oro, piedras semipreciosas y vidrios que abarcan desde el siglo XV a.C. hasta el siglo XIX d.C. Paradójicamente, el museo solo se percató de su desaparición hace unos meses.
Hace aproximadamente dos semanas, la investigación parecía haber llegado a su fin con la revelación de que el autor del robo era un empleado del museo, quien fue despedido a principios de mes tras la sustracción de estos elementos. Sin embargo, la familia del exempleado ha defendido su inocencia.
La investigación pareció haber sido clausurada de manera satisfactoria hasta que el marchante de arte neerlandés, Ittai Gradel, denunció a principios de esta semana que no todos los objetos del museo habían sido recuperados, como inicialmente anunció el director.
De hecho, Fischer incluso llegó a acusar al marchante de «poseer muchos de estos artículos«, una afirmación que ha retractado en su declaración de dimisión. En respuesta, Gradel, en conversación con la BBC británica, ha expresado su agradecimiento por este gesto.
«Es lo correcto. Creo que debería haberse disculpado antes, pero acepto sus disculpas«, manifestó el marchante, quien confirmó haber adquirido varios de los artículos, aunque con el único propósito de proporcionar información sobre los vendedores a las autoridades policiales.
En su comunicado de renuncia, Fischer admitió: «Es evidente que el Museo Británico no respondió de manera suficientemente exhaustiva a las advertencias de 2021 y al problema que ahora se ha presentado en su totalidad».
El consejo de administración del museo ha aceptado la dimisión de Fischer, resaltando su actuación «honorable«. «Nunca se ha puesto en duda la integridad de Hartwig, su dedicación a su labor o su pasión por el museo«, afirmó George Osborne, presidente del consejo y exministro de Economía y Hacienda británico, en un comunicado adicional.
Fischer, quien asumió el cargo en 2016, había anunciado en julio su intención de abandonar su puesto el próximo año.