Marrakech, recientemente azotada por un devastador terremoto que ha dejado más de 2.000 fallecidos, ha experimentado un nuevo temblor este domingo.
El terremoto, que alcanzó una magnitud de 3,9 en la escala Richter según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), tuvo lugar en las montañas al sur de la región Marrakech-Safí. Aunque la magnitud ha sido menor, la comunidad internacional se encuentra alerta y solidarizada con la nación marroquí.
El evento sísmico, registrado a las 7:59 (hora local), tuvo su hipocentro a 10 kilómetros bajo tierra, situándose entre las ciudades de Marrakech y Agadir. Sin embargo, existe una discrepancia en los informes, ya que el Observatorio Sismológico Euro-Mediterráneo estima la magnitud del sismo en 4,5 y ha reportado un total de nueve réplicas en la región de Ighil, en la provincia de Al Hauz.
Miles de marroquíes han enfrentado su segunda noche en la calle, debido al miedo de más réplicas tras el seísmo de magnitud 6,9 que devastó gran parte del sur de Marruecos. Además de las trágicas pérdidas humanas, con más de 2.000 muertes confirmadas y más de 2.000 heridos, el país norteafricano enfrenta significativos daños en su patrimonio y estructuras.
España, como vecina y aliada, ha iniciado movilizaciones para ofrecer asistencia a Marruecos. Equipos especializados se han desplegado para prestar ayuda, mientras turistas españoles que estaban en la región han logrado regresar.
El rey de Marruecos, Mohammed VI, desde el Palacio Real de Rabat, ha convocado a una reunión de emergencia con los principales órganos del estado y las fuerzas de seguridad. En señal de luto y solidaridad por las víctimas, se han declarado tres días de luto nacional en Marruecos.
Emma Igual, directora de la ONG Road to Relief, fallece en un ataque en Ucrania