22 años han transcurrido desde aquel fatídico día en que el terror aterrizó en suelo estadounidense, el 11 de septiembre de 2001. La silueta del skyline de Nueva York cambió para siempre cuando los atentados a las Torres Gemelas dejaron una cicatriz profunda en la nación y el mundo. La pérdida de 2.996 vidas en esta catástrofe es un sombrío recordatorio de la vulnerabilidad de los países frente al extremismo.
La mañana de aquel día, cuando el mundo todavía estaba despertando, 19 miembros de Al-Qaeda se apoderaron de cuatro aviones comerciales en distintas partes de la costa este de Estados Unidos. El resultado fue una secuencia devastadora: aviones colisionando contra las Torres Gemelas y el Pentágono. Las escenas, como las de personas saltando desesperadamente desde los edificios en llamas, están grabadas en la memoria colectiva.
El entonces presidente de Estados Unidos, George Bush, en un acto sin precedentes, cerró el espacio aéreo y, en los años posteriores, lanzaría una ofensiva contra Osama bin Laden, líder de Al-Qaeda, que posteriormente sería localizado y eliminado en Pakistán.
La tragedia del 11 de septiembre cobró la vida de 2.996 personas, entre las que se encontraban todos los ocupantes de los aviones siniestrados, 2.606 víctimas en las Torres Gemelas y sus alrededores y 125 en el Pentágono. Durante los atentados, 343 bomberos y 23 policías de Nueva York perdieron la vida, junto con 37 policías de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey.
En respuesta al atentado, Estados Unidos, con el apoyo de Reino Unido, emprendió la operación «Libertad Duradera» en Afganistán con el propósito de desmantelar a Al-Qaeda y destituir al régimen talibán. Naciones como Canadá, Alemania, Australia y Francia se sumaron a la coalición.
Pese al inicial retroceso de los talibanes y un periodo de gobierno respaldado por la ONU, dos décadas después, con la retirada de las tropas estadounidenses en 2021, el grupo extremista retomó el control de Afganistán, dejando al mundo con preguntas sin respuesta sobre los logros y sacrificios de los años de intervención.
Este lunes, en conmemoración de los 22 años de los atentados, se realizarán diversas ceremonias en Estados Unidos. El homenaje más significativo tendrá lugar en el memorial del 9/11 en Bajo Manhattan, donde resonarán los nombres de las almas que nos dejaron aquel día, un tributo a las vidas que nunca deberíamos olvidar.